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La celebración de los 100 años del Canal de Panamá está opacada por una nube de dudas. La vía interoceánica enfrenta competencia de proyectos rivales, así como los retrasos en su expansión.
El 15 de agosto de 1914 el mundo fue testigo de la unión del oceáno Pacífico y del Atlántico. La construcción del canal también confirmó a Estados Unidos como potencia mundial y con considerable influencia en la región centroamericana.
Cien años después más de un millón de barcos han pasado a través de los 80 km del canal ahorrándose los miles de kilómetros que significaría bordear América del Sur.
El tráfico del Canal le da a Panamá alrededor de US$1 mil millones al año en concepto de honorarios, que es el 10% de los ingresos del gobierno y el 6% de la economía total de Panamá.
Hoy celebramos con el mundo los 100 años de nuestro Canal. ¡Felicidades #Panamá! #Canal100 pic.twitter.com/9ZR4ftQkEK
— Juan Carlos Varela (@JC_Varela) August 15, 2014
El canal sigue siendo significativo para Panamá y el tráfico a través de éste representa el 5% del comercio global, pero la competencia está a la vuelta de la esquina. Por ejemplo, Nicaragua ha pactado con una compañía China la construcción de un nuevo canal más ancho y más largo que el de Panamá. La construcción de esta nueva vía tendrá un costo de $50 mil millones y su inauguración está planeada para el 2019.
Entre tanto la ampliación del Canal de Panamá requiere aproximadamente $5,25 mil millones —$1,6 mil millones más de lo presupuestado— para suplir la demanda de los barcos llamados Post-Panamax. Estos tienen una capacidad de 12.000 contenedores, más allá del máximo actual de 5.000. La expansión estaba prevista para finales de este año, pero el proyecto ha sido afectado por retrasos y huelgas, así que ha sido prorrogado hasta principios del 2016 por el gobierno de Panamá.