Un grupo de líderes del campo de la salud, cabilderos, y activistas por la reforma de drogas brindaron una conferencia de prensa este martes en el parlamento canadiense para demandar por una política que no criminalice a los usuarios de drogas. Consideraron que la política actual era injusta y que las adicciones no son bien tratadas por causa de su aplicación.
A pesar de buscar el mismo objetivo, diferencias internas obstaculizan la posibilidad de promover de una manera eficiente una opinión en favor de un cambio, principalmente, en cuanto al tratamiento que reciben los adictos y cómo distribuidas las drogas en Canadá.
Donna May, fundadora de Jack’s Voice, un grupo que busca concienciar acerca de las adicciones, propuso la legalización de la heroína para que los usuarios tengan acceso a drogas más seguras y puras.
Sin embargo, Hedy Fry, portavoz de la oposición en asuntos de salud, consideró que los canadienses deben cambiar su actitud sobre las adicciones antes de que los políticos comiencen a debatir acerca de legalizar las llamadas drogas duras. Fry remarcó que los políticos habitualmente ven a las adicciones como un comportamiento delictivo en vez de como una enfermedad. “Los adictos son estigmatizados y, en consecuencias, encarcelados en vez de ser tratados”, dijo.
Por su parte, Guy Pierre Levesque, quien dirige una agrupación para personas que consumen opiáceos, indicó al igual que Don MacPherson, titular de la Coalición Canadiense sobre Política de Drogas, que el Gobierno debe aliviar las regulaciones sobre la Naxolona, una sustancia utilizada para tratar la sobredosis, que actualmente sólo puede ser obtenida con receta médica.
Los activistas destacaron el fracaso de la política de drogas y señalaron que “está matando canadienses”.
Fuente: Sun News.