EnglishLos padres de un grupo de alumnos del Colegio Mejía que permanecieron detenidos tras las protestas del 18 de septiembre denunciarán penalmente por tortura a los policías involucrados en el operativo. La decisión fue tomada este martes 14 tras una reunión con su abogado, Gonzalo Realpe.
“No han golpeado, no han roto la cabeza a animales —son seres humanos, jóvenes estudiantes y trabajadores y eso no puede quedar en la impunidad”, declaró Realpe.
Los jóvenes sostienen que al momento de ser capturados y trasladados a su lugar de detención sufrieron excesos por parte de los policías. Los acusados por tortura podrían enfrentar penas de 10 a 13 años de prisión.
“Nos vemos en la obligación de presentar al pueblo las agresiones de las que fuimos objeto”, aseveró Carlos López, uno de los firmantes de la demanda.
“Yo recibí golpes en la espalda, las costillas. También recibí gas pimienta en el rostro y me mojaron la cara para que me ardiera más. Luego me llevaron al regimiento y ahí se burlaban de nuestros padres, hacían mofa de nuestro colegio”, relató Jefferson Rueda, otro de los jóvenes agredidos.
María José Carrión, legisladora por el partido oficialista Alianza País, reconoció el derecho de los familiares de presentar una demanda, aunque destacó que la actuación de la policía en las protestas del mes pasado fue muy profesional. Carrión dijo que no se recurrió a la fuerza, puesto que los uniformados se encontraban desarmados.
Mientras tanto, 68 estudiantes del Colegio Mejía de un total de 115 alumnos de 10 colegios distintos permanecen suspendidos y deberán cumplir en sus hogares las tareas académicas hasta que el Ministerio de Educación decida las sanciones que le corresponden a los estudiantes por su participación en las protestas.
Martín Angulo, vicerrector del Colegio Mejía, aclaró que los alumnos de su colegio no podrán asistir a clases hasta tanto no concluyan las investigaciones administrativas que lleva adelante la institución.
Fuente: La Hora, Ecuador Inmediato.