EnglishEl Ministerio Público Federal de Brasil abrió una investigación el 17 de noviembre sobre el presunto envío de niños y adolescentes brasileños a Venezuela “con el fin de ser adoctrinados en la revolución bolivariana”, y solicitó explicaciones al Gobierno de Dilma Rousseff.

Elías Jaua, ministro venezolano de Comunas y los Movimientos Sociales, recluta desde 2011 a niños y adolescentes brasileños para transmitirles en Venezuela “cómo instaurar la ‘revolución comuno-bolivariana’ en Brasil”, sostiene el procurador fiscal de Goiás Ailton Benedito de Souza. Para el fiscal, el envío de jóvenes brasileños a Venezuela “puede incurrir en violaciones a derechos humanos”.
Según un comunicado publicado por el ministerio que dirige Jaua en marzo de 2011, se conformó durante una semana la Brigada de Comunicación Popular en el Estado de Sucre, “con la participación de 26 niños, niñas y adolescentes de la comunidad de Brasil”.
“Las Brigadas de Comunicación Popular son grupos de niños, niñas y adolescentes que se forman con el objetivo transmitir, a través de distintas vías, los logros del avance infanto-juvenil en la revolución, además de formarlos como comunicadores sociales al servicio de la patria”, dice el comunicado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil deberá contestar dentro de los próximos 10 días acerca de las condiciones en la que estaban los menores brasileños llevados a Venezuela; el tipo de actividad en las que estuvieron involucrados; quiénes eran los responsable del grupo y si viajaron allí para ser “adoctrinados”.
A finales de octubre Jaua viajó a Brasil para celebrar una serie de acuerdos con el Movimiento Sin Tierra en Brasil, una asociación campesina de izquierda. El viaje se produjo sin conocimiento del Gobierno brasileño y despertó un entredicho diplomático entre ambos países.
En ese entonces, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores convocó al encargado de negocios de Venezuela en Brasil para comunicarle su malestar por una acción que puede constituir “una injerencia en asuntos internos”.
Fuente: El Nuevo Herald.