EnglishLa nueva legislación migratoria de Bahamas establece que desde el pasado 1 de noviembre los inmigrantes de ese territorio están obligados a llevar consigo su pasaporte, y deben poder acreditar que están habilitados para vivir o trabajar legalmente en el país. El Gobierno también anunció que no continuará aceptando solicitudes de permisos de trabajo de aquellos que lo hagan por primera vez.
Fred Smith, presidente de la Asociación de Derechos Humanos de la Gran Bahama, dijo este lunes que la nueva política es ilegal, inmoral y está diseñada para instaurar el miedo entre la población haitiana-bahameña.
La política migratoria afectará a miles de niños. Bajo las nuevas medidas, el Gobierno no emitirá o renovará los “certificados de identidad”, documentos a los que accedían los hijos de inmigrantes nacidos en Bahamas. “Como estos documentos son un requisito necesario para solicitar la ciudadanía bahameña, su eliminación podría a dejar a miles de ellos sin nacionalidad”, afirmó la ONG de derechos humanos Amnistía Internacional.
La vulneración de este derecho pondría a Bahamas de espalda a los tratados internacionales en contra de la apatridia.
“Hay tanta criminalidad relacionada con la inmigración que estas nuevas reglas y procedimientos son necesarios para ponernos al frente de este problema”, justificó el ministro de Asuntos Exteriores e Inmigración Fred Mitchell, quien anunció las medidas en septiembre.
De acuerdo con Amnistía Internacional, “la nueva política migratoria de las Bahamas destinada a frenar la inmigración ilegal, está supuestamente llevando a violaciones en derechos humanos y se ha apuntado de forma desproporcionada contra la comunidad hatiana-bahameña”.
Desde que la nueva política entró en vigencia en noviembre, las autoridades migratorias han avanzado contra la inmigración ilegal, incluyendo chequeos migratorios diarios, operaciones nocturnas contra comunidades de inmigrantes, y arrestos masivos. Tras la vigencia de las nuevas medidas, miles de haitianos o bahameños con ascendencia haitiana podrían ser deportados o expulsados sin el debido proceso.
Daphne Campbell, una integrante del Congreso Estatal de Florida en Estados Unidos, de descendencia haitiana, llamó la semana pasada a boicotear al país caribeño.
Cambpell afirmó que no se detendrá hasta que los turistas y empresas internacionales boicoteen a a las Bahamas por la polémicas medidas migratorias. “¡Boicoteen a las Bahamas! Boicot a las Bahamas para terminar con la discriminación contra los niños [de padres haitianos]”, exclamó.
Bahamas se ha convertido en un importante punto de paso para los migrantes provenientes de países caribeños que intentan llegar a Estados Unidos.
Fuentes: Telesur, The Bahamas Weekly.