EnglishEl expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, voló a Florida, Estados Unidos, este jueves 29 de enero, apenas un día después de que la Corte Suprema de Panamá diera luz verde a investigar las acusaciones de corrupción que pesan en su contra.
Martinelli, quien está acusado de inflar multimillonarios contratos en dólares durante su mandato presidencial (2009-2014), llegó a Florida tras participar en un encuentro del Parlamento Centroamericano (Parlacen), un organismo regional con sede en Guatemala.
Durante la cumbre, Martinelli expresó que él “temía por su vida”, si llegara a retornar a Panamá. “Temo por mi vida y mi familia. Soy un perseguido político”, indicó.
Martinellí asistió al encuentro para denunciar que el actual presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, haría “lo imposible para acabar con partido y mi persona, inventando causales y procesos”, en contra de él.
Cuando se le preguntó si volvería a su país natal, Martinelli dijo que no estaba en sus planes. “En Panamá no hay garantías, allá no se respeta el debido proceso,” expresó.
“Uno va cuando estén [dadas] las condiciones legales, que es cuando uno se debe defender. Porque uno va allá para que lo fusilen… no”, dijo Martinelli.
A principios de enero, el ex presidente le otorgó tres poderes a su esposa Marta Linares de Martinelli, y a su hermano, Mario Martinelli Berrocal. Ello les permitirá manejar sus propiedades dentro de Panamá.
Mientras tanto, en Ciudad de Panamá, cientos de personas marcharon al Ministerio Público para demandar el fin de la impunidad, así como el encarcelamiento de los corruptos. Los asistentes —estimados entre 1.500 y 5.000, de acuerdo con la policía y los organizadores—, corearon consignas en contra de Martinelli .
“[Hay una] absoluta indignación que siente el pueblo por el Gobierno de los últimos cinco años”, aseguró el abogado Carlos Herrera Morán.
Martinelli está envuelto en alrededor de 20 casos de corrupción, entre los cuales se incluye el presunto pinchado telefónico a políticos de la oposición durante su mandato.
Fuentes: La Prensa