Venezuela ha disminuido a la mitad el suministro de petróleo subsidiado a Cuba y los países miembros de Petrocaribe, sostiene un informe del banco británico Barclays titulado “Venezuela: Reduciendo la generosidad”.

Según el informe, que dio a conocer este jueves el diario estadounidense El Nuevo Herald, en 2012 los envíos de barriles de crudo diarios (b/d) alcanzaron los 400.000 mientras que en la actualidad se ubican en torno a los 200.000 b/d.
La compañía de servicios financieros calificó de “irónico” que Venezuela continúe subsidiando a naciones que gozan de una mejor salud económica, mientras el país se encuentra atravesando una situación de dificultades extremas.
“Los acuerdos petroleros han sido una pesada carga para Venezuela. Estas entregas alcanzaros los 400.000 barriles de petróleo por día en su punto más alto en el 2012, pero Venezuela solo obtuvo pagos por 200.000”, aseguró el banco de inversión citando cifras de Petrologistics.
“En la última década los acuerdos le han costado a Venezuela hasta US$50.000 millones”, agrega el informe.
Según el reporte de la firma británica Cuba ha recibido alrededor de 55.000 b/d desde septiembre, casi la mitad de lo que recibió en 2012.
A diferencia de los otros países miembros de Petrocaribe, Cuba no desembolsa dinero por el crudo subsidiado desde Caracas, a cambio envía médicos y entrenadores deportivos para los programas sociales llevados a cabos por el chavismo.
Los envíos a República Dominicana y a Jamaica también han sido fuertemente recortados en un 5% y 74% respectivamente.
De los 200.000 b/d por los que Venezuela no obtenía pagos, ahora solo 80.000 barriles son enviados sin recibir a cambio efectivo.
El informe le atribuye parte de la responsabilidad por los problemas económicos que enfrenta hoy el país a la política de asistencia a Cuba y otros países del Caribe.
“Si Venezuela hubiese vendido ese crudo bajo condiciones de mercado y ahorrado esos ingresos, tendría actualmente más de tres veces de las reservas internacionales que tiene hoy en día”, concluye.
Fuentes: El Nuevo Herald.