EnglishLa noche de este martes 7 de abril, en North Charleston, Carolina del Sur (Estados Unidos), fue arrestado un policía después de que se diera a conocer un video que mostraba cómo disparó ocho veces por la espalda a un individuo de 50 años que se encontraba desarmado.
El funcionario mintió en su informe; se presume que el asesinato se dio porque la víctima era de raza negra.
El tiroteo sucedió el sábado 4 de abril por la mañana, después de que el agente Michael Slager, de 33 años, detuviera a Walter Scott por un faro trasero roto en su automóvil.
Aunque el informe policial escrito por el funcionario detenido aseguraba que Scott había intentado quitarle su taser (pistola eléctrica), —razón por la cual supuestamente se vio forzado a disparar— el caso dio un vuelco, una vez que los abogados del fallecido entregaron al diario New York Times un video grabado por una persona cuya identidad permanece en el anonimato, y donde se observa cómo el policía dispara a sangre fría y sin existir razón alguna.
Chris Stewart, abogado de la familia del fallecido, dijo que presuntamente Scott huyó porque tenía pagos atrasados de la pensión de sus cuatro hijos y temía ir a la cárcel; aseguró que la víctima no tenía un pasado violento.
Medios locales aseguran que Scott había sido detenido al menos en diez ocasiones a consecuencia de su retraso en los pagos de la pensión de sus hijos.
En relación con el caso, el alcalde de North Charleston, Keith Summey, afirmó, en declaraciones durante una rueda de prensa, que “cuando tomas una mala decisión, no importa si eres un oficial o un ciudadano de la calle, tienes que afrontar esa decisión”. Anunció que el agente se enfrentará a cargos por asesinato, que le pueden acarrear una condena a cadena perpetua e incluso la pena de muerte.
North Charleston es hogar de unas 100.000 personas; cerca de la mitad de ellos son de raza negra, aunque solo 18% de los agentes de la policía son afroamericanos.
Este suceso se suma a la preocupante lista de casos de policías que matan a tiros a ciudadanos desarmados o en circunstancias controvertidas, ya sea en Nueva York, Cleveland o en Ferguson, Missouri, donde murió Michael Brown a manos de un policía. A todos los casos se les atribuye el racismo como causa.
Fuentes: RTVE, El Periódico.