
EnglishUn 79% de los cubanos no está satisfecho con el sistema que impera en la isla desde 1959, más de la mitad desea emigrar de la isla y una abrumadora mayoría favorece la nueva era de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, según afirma una encuesta difundida este miércoles elaborada por la firma con sede en Miami, Bendixen & Amandi Internacional.
El sondeo, publicado por las cadenas de televisivas Univisión y Fusion, en colaboración con el Washington Post, se trata de la mayor encuesta independiente en territorio cubano desde la llegada de Fidel Castro al poder, y tuvo que realizarse de forma secreta para eludir la censura del régimen.
Un 97% de los encuestados considera que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos será positivo para la Habana, mientras que el 80% de los cubanos encuestados dijeron tener una opinión muy positiva del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. La popularidad del mandatario estadounidense es sobrepasada solo por la del papa Francisco.
La aprobación general del presidente de Estados Unidos contrastó marcadamente con las opiniones sobre el presidente cubano Raúl Castro. Los resultados indicaron que un 48% de los encuestados tienen una visión negativa del actual gobernante, mientras que su hermano mayor, Fidel Castro tiene 50% de opiniones negativas.
Por otro lado, el sondeo refleja que un 79% de los encuestados no está satisfecho en materia económica y aspiran a que la situación cambie con las nuevas relaciones entre los dos países. La mayoría considera que el sistema político en la isla no se modificará.
Aunque la apertura entre ambos países los ha hecho ser más optimistas, el 55% de los ciudadanos desean emigrar de la isla; la mayoría desea hacerlo a Estados Unidos, no solo por la cercanía, sino porque allí viven muchos de sus familiares.
En relación a la libertad de expresión en la isla, un 75% de los cubanos encuestados afirmó que les da miedo hablar en público, pero amparados en el anonimato no dudan en criticar al régimen. La mayoría considera que contar con grupos de oposición es algo positivo.
La idea de llevar a cabo una encuesta en la isla surgió de Fernand Amandi, uno de los socios principales de la firma, luego de que Raúl Castro afirmara que “el punto de vista de los opositores no representaba la opinión de la gente de la isla”.
“Como en cualquier encuesta, hay cosas aquí que les van a gustar a unos y no les van a gustar a otros. Pero este es el trabajo más importante que hemos hecho, porque nunca se había tratado en una forma tan comprensiva de dar voz a la población cubana”, señaló Amandi.
Sin embargo, el sondeo no estuvo exento de dificultades. Entre los incidentes vividos, Joaquín Pérez, socio de la empresa, relata que “tres de los encuestados agarraron a los encuestadores, amenazaron con llevarlos a la cárcel y trataron de agredirlos, pero “en los tres casos hubo una salida satisfactoria: Uno corrió, otro peleó y otro pagó”.