EnglishLa policía brasileña arrestó en la mañana del miércoles 15 de abril al tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), João Vaccari, acusado de corrupción y lavado de dinero en el caso de la petrolera estatal Petrobras.
Igor Romario de Paula, delegado de la policía Federal, informó que “el tipo de proyección que tiene, la influencia en su cargo y la posibilidad que aún existe de que eventualmente sea fugitivo de la ley, son requisitos para la prisión preventiva”.
El tesorero está acusado de recibir 24 donaciones en un periodo de 18 meses por R$4,3 millones (US$1,3 millones). En ese momento no se consideró dictar la orden de arresto contra el funcionario oficialista.
De Paula afirmó que encontraron indicios claros de delitos como desvío de dinero y corrupción, y que “Vaccari es mencionado por al menos cinco denunciantes como el intermediario del partido político al que pertenece”. También comentó que observaron “un patrón de criminalidad que se repite y que es muy claro”.
Además del tesorero, su esposa y cuñada también fueron aprehendidas, ya que las autoridades hallaron depósitos sospechosos en cuentas de sus parientes.
Ya Vaccari había sido acusado previamente, por parte de un exdirector de Petrobras y un intermediario cambista de dinero, de ser el vínculo entre la red de corrupción de Petrobras y el partido oficialista. Frente a las acusaciones, el tesorero del PT siempre ha sostenido que son falsas y que todas las donaciones que ha recibido la organización durante las campañas políticas han sido legales.
El arresto de Vaccari implica mayores dificultades para la situación de la presidenta Dilma Rousseff, ya que el tesorero es hasta ahora la figura política más complicada dentro del PT, y además es el funcionario implicado más cercano a la presidenta.
Un total de tres exdirectores y 36 ejecutivos de contratistas de Petrobras han sido detenidos hasta ahora; sin embargo, el mes pasado, el Supremo Tribunal Federal aprobó la apertura de investigaciones a 50 políticos que presuntamente han sido beneficiados por los desvíos.
Las recientes revelaciones del caso Petrobras han generado una fuerte crisis dentro del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, quien hoy cuenta, según encuestas, con una popularidad de tan solo 13%.