La Corte Suprema de Justicia estadounidense rechazó el pasado lunes asumir el caso contra la compañía Chiquita Brands International Inc. La máxima instancia judicial de los Estados Unidos justificó su decisión al señalar que las cortes estadounidenses no tienen autoridad para escuchar los casos relacionados porque todos los hechos de conducta relevantes ocurrieron fuera de Estados Unidos.
La corte rechazó la apelación presentada por los demandantes, dejando intacto un fallo de julio del 2014 de la Duodécima Corte Estadounidense de Distrito de Apelaciones en Miami, que favorece a la compañía.
La demanda había sido presentada por más de 4.000 colombianos que acusan a la productora de frutas de violaciones a los derechos humanos, después de que la Corte Suprema de Justicia estadounidense rechazó el lunes asumir el caso.
Chiquita es conocida por sus plátanos, piñas y demás productos tropicales. Funciona como una filial de filial de Cavendish Global Ltd., y viene realizando operaciones económicas en Colombia desde hace más de dos décadas. Sus actividades en dicho país ya le habían traído problemas legales en 2007, cuando la compañía debió declararse culpable en marzo de 2007 por haber realizado pagos al grupo paramilitar de derecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), entre 1997 y 2004.
En su momento, la empresa canceló una multa de 25 millones de dólares. La compañía dijo durante mucho tiempo que debía decidir entre hacer los pagos o el riesgo de violencia contra sus trabajadores.
No obstante, la demanda introducida por más de 4.000 colombianos se convirtió en el primer caso de derechos humanos de su tipo que llega al máximo tribunal estadounidense, desde que un fallo de abril de 2013 hiciera más difícil a los demandantes presentar acciones contra multinacionales en los tribunales del país por presuntos abusos en el extranjero.
A raíz de dicho fallo, muchas empresas que enfrentaban demandas similares a la de Chiquita habían sorteado con éxito las mismas. Según Reuters, para diciembre de 2014 la gran mayoría de las trasnacionales que enfrentaban demandas por derechos humanos obtenían fallos favorables.
Un ejemplo que cita la propia Reuters es el caso de la Royal Dutch Shell, que en 2013 fue demandada por doce nigerianos por respaldar crímenes de Estado. El tribunal en su momento, desestimó por unanimidad la demanda.
Fuente: Reuters.