EnglishPolicías federales de México supuestamente masacraron a comienzos de enero a 16 personas en el pueblo de Apatzingán, en el violento estado de Michoacán, al sur del país, reveló este domingo una investigación publicada en simultáneo por el sitio Aristegui Noticias, la revista mexicana Proceso y Univisión. La mayoría de las víctimas eran integrantes de los grupos de autodefensa civil que combaten a los cárteles del narcotráfico.
El informe oficial de Alfredo Castillo, un comisionado nombrado por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, afirma que “varias personas murieron por fuego cruzado”, sin embargo la investigación periodística sostiene lo contrario.
La periodista Laura Castellanos, encargada de la investigación, reconstruyó los hechos de la fatal operación con testimonios grabados de 39 personas, entre ellas, sobrevivientes, pobladores, familiares de víctimas y personal médico involucrado en dos supuestos ataques de los federales .
De acuerdo con los testimonios, policías armados llegaron en horas de la madrugada del 6 de enero a la plaza principal del pueblo de Apatzingán, donde integrantes del recientemente creado cuerpo policial llamado Fuerzas Rurales protestaban porque 20 días antes Castillo había disuelto la unidad sin pagarles.
“Nos estaban masacrando los federales. Mataron a un compañero de rodillas”, aseguró uno de ellos en un video.
Los policías arremetieron contra los manifestantes a pesar de que estos se encontraban sin armas e incluso golpearon a una mujer embarazada, según testigos.
Entre los testimonios recabados, también se expuso que varios de los manifestantes “murieron desangrados en la calle sin que médicos acudieran al lugar”.
El reportaje incluye fotografías crudas con cadáveres ensangrentados, audios con los testimonios y un video donde aparecen cuerpos que yacen en la calle.
La Comisión Nacional de Seguridad, de la cual depende la Policía Federal, informó el sábado que recibió un video de manera anónima “del cual se pueden inferir presuntos actos de uso excesivo de la fuerza o abuso de autoridad por parte de elementos de la Policía Federal en el municipio de Apatzingán”.
El presunto ataque de la Policía Federal engrosa la lista de casos de ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por fuerzas federal que pusieron en el ojo de la tormenta al Gobierno de Peña Nieto.
En junio de 2014, el ejército mexicano fue acusado de haber ejecutado a 22 personas luego de detenerlas por supuesto tráfico de drogas en Tlatlaya, en el estado de México. Por ese caso, ocho militares enfrentaron un juicio militar.
En septiembre del mismo año, 43 estudiantes desaparecieron en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, secuestrados por fuerzas municipales y entregados a un grupo del crimen organizado que presuntamente los asesinó y los quemó. Una investigación periodística involucró también a fuerzas federal mexicanas.