EnglishEsta semana, el fondo buitre NML, que mantiene una disputa con el Gobierno argentino en los tribunales de Nueva York, consiguió embargar las cuentas y activos (incluyendo la sede) de la embajada argentina en Bruselas, Bélgica.
![Héctor Timerman, canciller argentino, está encargado de resolver el conflicto (Contrainjerencia)](https://es.panampost.com/wp-content/uploads/ft-fondos-buitres-timerman-300x150.jpeg)
La medida fue dictada por un fiscal belga, luego de que NML, presidido por el magnate Paul Singer, presentase un reclamo en base al fallo del juez norteamericano, Thomas Griesa. Griesa le da la razón a el fondo buitre, ya que estos no ingresaron al canje de deuda argentino y ahora reclaman cobrar sus bonos. El default de esta deuda argentina alcanza unos US$1.300 millones.
La medida de embargo de cuentas que se dispuso este martes y se conoció el día de hoy alcanzaría, según información confiada al diario La Nación, a todos los activos de la embajada y las cuentas de la misma, manejadas por sus funcionarios.
A pesar de que esta sede diplomática también funciona como embajada ante Luxemburgo y la Unión Europea, el fallo no logró afectar a estas dependencias.
Frente a esta situación, el Poder Ejecutivo belga decidió intervenir a favor del país sudamericano, invocando la Convención de Viena en defensa de los derechos internacionales entre países. El Tratado de Viena impide que se confisquen los fondos diplomáticos porque estos poseen inmunidad internacional.
“Se trata de un pedido común que hacen los fondos buitre y que en Bélgica ya lo habían hecho en 2009 y 2011. No va a pasar nada y no nos va a cambiar la vida”, comentó un funcionario de la Cancillería argentina.
Sin embargo, a pesar de que algunos funcionarios intentan minimizar la situación, en otras áreas, como en la Secretaría de Coordinación y Cooperación Internacional, dirigida por Paula Verónica Ferraris, temen que el embargo se pueda ampliar a otras sedes diplomáticas en Europa. Otros añaden la posibilidad de que la diplomacia nacional pueda detenerse en el Viejo Continente si estas medidas continúan ampliándose.
Ya la presidente Cristina Kirchner se encuentra analizando la situación, conducida por el embajador Hernán Lorenzino, e instó al canciller Héctor Timerman a tomar cartas en el asunto y a solicitar la ayuda del gobierno de Bélgica.