EnglishTres militares colombianos y tres guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murieron el jueves 28 de mayo en un enfrentamiento en el departamento de Arauca, al noreste de Colombia y en la frontera con Venezuela.
Uno era un suboficial y los otros dos, soldados de un batallón de la 18va Brigada de la milicia colombiana, especializada en la vigilancia de rutas e infraestructura.
El ataque ocurrió en la municipalidad rural de Arauquita, un área conocida por sus instalaciones petroleras. La Armada colombiana declaró que cree que los guerrilleros tenían intenciones de atacar el complejo petrolero de Caricare.
El Ejército investiga, igualmente, la posible muerte durante este enfrentamiento de alias “El Mosco”, con 17 años en las FARC, y segundo comandante de la organización en la zona, ya que en el lugar se encontraron sus pertenencias.
De acuerdo con oficiales, desde este martes las fuerzas militares han tenido que resistir alrededor de 20 ataques de las FARC y de el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en diferentes departamentos.
Las negociaciones de paz entre el presidente colombiano Juan Manuel Santos, y las FARC se vienen dando desde noviembre del 2012, cuando ambas partes se reunieron en la Havana, Cuba, con el fin de poder llegar a un acuerdo. En cambio, las conversaciones de paz con el ELN apenas comenzaron el año pasado.
Este miércoles, Santos solicitó a todos los militares que “no bajaran la guardia” después de que las FARC pusieran un fin a la tregua unilateral acordada en diciembre del año pasado. La medida se produjo después de que 40 guerrilleros fueran abatidos, incluyendo dos líderes.
Cuba y Noruega, que están supervisando estas negociaciones de paz, invitaron a ambas partes a “esforzarse” en preservar las negociaciones después de las hostiles acciones que ocurrieron, “incluyendo la adopción de un tratado para un cese al fuego bilateral”.
Ambos países insistieron que esta violencia arriesga los avances que se han tenido, como el desarme de los campos minados. Le solicitaron tanto a Colombia como a las FARC que preservasen los acuerdos en cuanto al desarrollo de la tierra, la participación política y el tráfico de drogas.
Los auspiciantes de las conversaciones también están preocupados porque uno de los representantes en las negociaciones de paz de las FARC fue asesinado durante un enfrentamiento la semana pasada. Alias “Jairo Martinez”, uno de los tres negociadores en la búsqueda de acabar con el conflicto entre el Estado colombiano y el grupo guerrillero fue asesinado junto a otros 26 compañeros.
El conflicto armado entre Colombia y las FARC han dejado unas 220.000 muertes y 6 millones de desplazados por motivo de la violencia e inseguridad.
Fuentes: Globovisión, El País, El Caribe.