English Los estudiantes estaban mirando atentos, en silencio, como nunca antes. Quienes asistieron al evento miraban incrédulos y aglutinados en el salón central de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. No se trataba de un encendido discurso político o del análisis de algún tedioso texto de un filosofo francés, sino una performance de sexo en vivo.
Este miércoles, en el marco de un ciclo llamado “Miércoles de placer”, el departamento de Comunicación, Género y Sexualidades de la Facultad de Ciencias Sociales convirtió por un par de horas en un set de filmación de pornografía, que incluyó actos de sexo en vivo y sadomasoquismo, en una actividad patrocinada por algunos profesores, investigadores y estudiantes de la institución.
“El posporno llega a Sociales, se pasea por los pasillos de la Facultad y va sexualizando todo a su alrededor. Una propuesta para ampliar el imaginario pornográfico y experimentar otras formas sexualizadas de habitar el espacio universitario”, afirma la imagen utilizada para promocionar el evento.
La representación fue llevada a cabo por una periodista, una activista feminista e integrantes de la agrupación española PostOp.
“Había unas 50 personas, observando en silencio, atónitas”, contó Martín, un estudiante que presenció la actividad, a PanAm Post. “Estaban mirando sorprendidos, no es una situación común en la universidad”, dijo.
Las autoridades universitarias declararon que “no fueron informadas acerca del contenido de la actividad” y que solicitaron un reporte para identificar a la persona que lo autorizó.
Lo q paso en #FSoc es una muestra de lo que pasa en todas las facultades de la UBA. No hay control, no hay responsables. Es un viva la pepa.
— CocóꕥChanel ?? (@LuCocomiel) July 2, 2015
Por su parte, autoridades de la Facultad explicaron con respecto a la representación sexual que “no existía autorización alguna para su realización en los espacios de libre circulación”.
Integrantes de grupos de izquierda que dirigen el Centro de Estudiantes reclamaron que los protagonistas del evento —una periodista, una activista feminista y el grupo español PostOp— utilizaron los espacios que dedican habitualmente a actividades políticas para llevar a cabo la actividad.
“Queremos decir que no solamente no nos consultaron sino que, después de orinar y eyacular sobre nuestros materiales, no limpiaron y dejaron preservativos usados acompañados por proclamas contra el Centro, sus espacios de organización y de gestión”, expresa una publicación del Partido Obrero UJS.