EnglishEn un clima enrarecido por los hechos de violencia de las últimas semanas, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se comprometió a reducir la intensidad de las operaciones militares contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y fijó un plazo de cuatro meses para tomar una decisión sobre la continuidad del proceso de paz.
El Gobierno de Santos y la mayor guerrilla colombiana han llevado adelante negociaciones para terminar con un conflicto de más de cinco décadas que ha dejado 220.000 muertos; pero 32 meses después de haber comenzado las conversaciones en La Habana, Cuba, Santos parece haber perdido la paciencia.

“Hoy, con estos nuevos avances, por fin veo clara la luz al final del túnel y esto me llena de confianza y de esperanza. Vamos a lograr esa paz que ha sido tan esquiva”, señaló Santos en la noche del domingo durante un discurso transmitido por cadena de radio y televisión.
Más temprano, los negociadores del Gobierno colombiano se habían comprometido a reducir las operaciones militares contra la guerrilla a partir del 20 de julio. En esa fecha también entrará en vigencia el alto al fuego declarado unilateralmente por las FARC el pasado 8 de julio.
Santos, sin embargo, adelantó que desde el Gobierno van a “estar vigilantes sobre lo que hoy se pactó” en La Habana. “Y en 4 meses a partir de ahora, dependiendo de si las FARC cumplen, tomaré la decisión de si seguimos con el proceso o no”, sentenció Santos.
Los negociadores en La Habana, además, designaron a un delegado de la Secretaría General de Naciones Unidas y otro de la presidencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), un bloque político regional que agrupa a los países de América del Sur.
Fuentes: El Espectador, Reuters, Infobae.