EnglishLos canadienses perdieron durante el año pasado un estimado de 12,3 millones de semanas, y CAN$1,2 mil millones (US$920 millones) en ingresos y productividad —un promedio de CAN$1.289 (US$995) por persona— mientras esperaban para recibir atención médica, de acuerdo con un estudio publicado la semana pasada por el Instituto Fraser.
“Claramente, esperar para recibir atención médica puede causar un inmenso dolor y malestar y expone a las personas a mayores probabilidades de quedar discapacitados o morir”, dijo Bachus Barua, coautor del estudio y economista senior en el Instituto Fraser. “Lo que usualmente no terminados de entender, sin embargo, es el hecho de que los pacientes están perdiendo un tiempo valioso mientras esperan el tratamiento necesario”, dijo el experto.
El estudio, que toma los datos de una encuesta anual a médicos canadienses en 12 especialidades, afirma que cada uno de las 937.345 personas —en promedio— tuvieron 9,8 semanas de espera para recibir tratamiento médico, un aumento respecto de las 9,6 semanas que se registraron durante 2013.
Si se toma en cuenta tanto las noches y los fines de semana, como ocho horas de sueño por noche, el valor estimado de los costos por esperar se triplican a CAN$3,7 mil millones (US$2,8 mil millones), o a un promedio de CAN$3,928 (US$3,020).
De las 10 provincias incluidas en el estudio, los residentes de Nova Scotia son quienes más ingreso pierden por paciente, con un aproximado de CAN$2.081 (US$1.600), le sigue Alberta con CAN$1.848 (US$1.422) y British Colombia con CAN$1.514 (US$1.125). En el otro extremo, las provincias que menos ingresos perdieron fueron Saskatchewan con CAN$813 (US$625), Ontario con CAN$959 (US$730) y Quebec, la que menos perdió, con CAN$995 (US$765) por paciente.
Aunque los tiempo de espera, los ingresos, y el costo de espera varía por provincia, Barua dijo que sin una reforma en las políticas de salud, los retrasos continuarán impactando no solo la salud de los pacientes canadienses, sino que también causarán estrago en “en su billetera, su calidad de vida, y la economía en general”, dijo el especialista.
Los investigadores excluyeron distintos tipos de costos no monetarios del estudio publicado este mes, como por ejemplo el aumento de la mortalidad por las largas de demoras para recibir tratamiento o los costos afrontados por los familiares, y su pérdida de productividad.
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