Este miércoles 22 de julio, a las 11 de la mañana, el Comité Cívico Potosino (Comcipo) abandonó la reunión con los ministros de Estado, en la cual se buscaba llegar a un acuerdo para los mineros de Potosí. Pidieron al Gobierno que la reunión fuera cubierta por los medios de comunicación estatales y que el acta final, con las conclusiones, fuera firmada por el presidente de Bolivia, Evo Morales.
La transmisión fue parcial. Según el artículo 172 de la Constitución Boliviana, el Presidente no firma actas de conclusiones. Al no cumplirse con los requerimientos del Comcipo, la comisión salió del Viceministerio del Régimen de Interior. Pronto se desataron los enfrentamientos, cuando un minero lanzó dinamita al interior de la entidad estatal.
Hubo algunas explosiones y la policía respondió con gases lacrímogenos. Además fueron detenidos los representantes de las cooperativas mineras de Potosí. La manifestación dejó un saldo de 44 detenidos, al menos 3 heridos y dos incendios en barrios de la capital boliviana. Edificios y vehículos de instituciones públicas también sufrieron daños.
El conflicto que enfrentan los mineros bolivianos, está relacionado con la baja de precios de los minerales. Una crisis que ya vivieron en 2010. Reclaman al Gobierno que no haya cumplido las promesas que les hicieron en aquel momento, y buscan que los acuerdos actuales si sean alcanzados. Entre las obras que reclaman está un aeropuerto internacional, una hidroeléctrica y fábricas para cemento y vidrio.
Los manifestantes sostienen que estas infraestructuras son esenciales para un “desarrollo integral” de Potosí.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, declaró que “no se quiere dialogar, se busca cualquier pretexto para no hacerlo”. Acusó a los mineros de ser un grupo cívico y político que quiere manipular a Potosí.
La situación económica de la región es complicada, no se encuentran víveres ni medicinas, se han paralizado actividades y los cajeros automáticos ya no tienen efectivo. Esto presiona a los líderes que se encuentra en La Paz, para decidir entre el pronto acuerdo o esperar un tiempo para asegurarse que el Gobierno cumpla.