La cancillería española ha citado al embajador venezolano en ese país, Mario Isea, para manifestarle formalmente su malestar por las declaraciones efectuadas el fin de semana por el presidente del país suramericano, Nicolás Maduro, en las que “ha tachado pública y reiteradamente de sicario” a su homólogo español, Mariano Rajoy.
Maduro, en un discurso, calificó de “sicarios del pueblo” a los líderes de la Unión Europea por el respaldo que han tenido, en su criterio, al programa de ajuste económico impuesto a Grecia. Particularmente, Rajoy fue el que se llevó las mayores lindezas, según la versión que de la alocución hace www.elmundo.es.
Pero no solo Maduro arremetió contra Rajoy, sino contra la Organización de Estados Americanos, a la que acusó de “conspiradora” e “inútil”, todo porque su nuevo secretario general, Luis Almagro, recibirá al líder opositor venezolano y gobernador del estado central de Miranda, Henrique Capriles Radonski, quien le solicitará que interceda para que la OEA envíe una misión de observación para las elecciones parlamentarias de diciembre y abogue por los políticos opositores inhabilitados por vía administrativa.
Isea es un “invitado” frecuente al Ministerio de Exteriores español para recibir quejas por los discursos de su jefe Maduro; apenas en abril, ya fue citado luego de que el presidente venezolano tildara a su homólogo español de “racista”. El incidente estuvo a punto de causar la llamada a consultas del embajador español en Venezuela, pero finalmente los ánimos entre ambas naciones se distendieron.
Según el diario madrileño, la cancillería española resultó sorprendida por el tono de Maduro justamente en el momento en el que el Gobierno español está ofreciendo cooperación para las elecciones venideras en el país suramericano.
Opositores como María Corina Machado (una de las inhabilitadas administrativamente) atribuyeron la andanada de insultos de Maduro contra España y la OEA a “desesperación” por los pésimos resultados de su Gobierno, que se traducen en una marcada desventaja para los comicios; y a que, a diferencia de lo que sucedía con el anterior secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, el nuevo secretario Luis Almagro (que contó con el voto venezolano para su elección) se ha atrevido tanto a criticar las inhabilitaciones administrativas como a ofrecer la observación de la OEA en las elecciones.
5.Maduro ataca OEA porque no tiene los votos p/controlarla.SG Almagro,la democracia no admite amenaza.Es hora de nueva conducción OEA
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) July 27, 2015
El Gobierno venezolano, mediante la reforma de la Ley de Procesos Electorales en 2010, eliminó la figura de la observación internacional, sustituyéndola por la de “acompañamiento” que no permite la evaluación independiente de los comicios, ni autoriza a quienes invita a emitir pronunciamientos sobre lo que vieron en una determinada elección, mientras la oposición venezolana acusa, reiteradamente, al “chavismo” de ventajismo antes, durante y después de los procesos electorales.