Este lunes 3 de agosto, por primera vez en su historia, Puerto Rico cayó en default al no poder pagar US$58 millones de la deuda que mantiene una agencia gubernamental. Melba Acosta, presidenta del Banco Gubernamental de Fomento de Puerto Rico (BGF), indicó que solamente se realizó un pago de US$628.000 a los acreedores de la Corporación de Financiamiento Público (CFP).
Acosta mencionó que el incumplimiento del pago es producto de la falta de fondos correspondientes a este año fiscal. Por lo que Puerto Rico, que mantiene una deuda de US$73.000 millones, empeora su situación por la falta de liquidez y por el impacto exterior que provoca la cesación. Por ejemplo, las casas crediticias de Wall Street han calificado los bonos de Puerto Rico como “chatarras”, lo cual deja a la isla sin oportunidad en los mercados financieros.
El secretario de Gobernación de Puerto Rico, Víctor Suárez, declaró que el Gobierno no ha fijado reuniones con los acreedores afectados para negociar su deuda. “El planteamiento es que nosotros tenemos que terminar el trabajo del Plan de Ajuste Fiscal y Económico a Largo Plazo para continuar los trabajos de renegociación de deuda de los distintos acreedores. Estamos bien activos trabajando en la realización de ese plan y esperamos tenerlo a fines de este mes”, señaló Suárez.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, ha informado, en varias ocaciones, que las entidades públicas tienen el derecho a declararse en quiebra. Esto permitiría proceder a una reestructuración de la deuda, como afirma García Padilla. Sin embargo, la propuesta no ha sido aprobada por los republicanos en el Congreso estadounidense.
El Estado Libre Asociado a Estados Unidos ya lleva 8 años de recesión, el desempleo es de 12,4% (más del doble de la tasa promedio en Estados Unidos), y el déficit para el recién concluido año fiscal es mayor a US$700 millones. Hasta la fecha, no se ha previsto un plan de rescate del Gobierno federal de EE.UU. para Puerto Rico.
Fuentes: El Universo, BBC, El País.