El Gobierno uruguayo anunció el 1° de octubre que dos empresas se encargarán de cultivar y distribuir el cannabis de manera legal. La droga será vendida en las farmacias dentro de ocho meses, según el ente oficial, con la finalidad de que se pueda regular su consumo en el país.
El presidente del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), Augusto Vitale, informó que de las 22 empresas postuladas, fueron seleccionadas dos: Ircop y Simbiosys. Asimismo, explicó que las compañías invertirán entre US$600 mil yUS$ 800 mil, y estarán autorizadas para producir dos toneladas anuales.
Vitale declaró que el precio de venta será mayor a un dólar. Aproximadamente costará US$1,20 por gramo y equivale a tres cigarrillos, porque no se puede competir con el costo al que los narcotraficantes venden la marihuana. “Esto se establece con base en un estudio del marcado ilegal, y del producto del marcado ilegal. Para esto nos han ayudado mucho los convenios que hemos realizado con el Instituto Nacional de Semillas (INASE), la Universidad de la República y otros actores”, dijo el funcionario.
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Un integrante de la ONG Proderecho, Hernán Delgado, dijo: “A nosotros nos parece bien que se siga apostando a que el gramo de cannabis este a un dólar, y continúe siendo competitivo con el mercado negro, porque es uno de los objetivos principales de la política”. Por otra parte, la ley estipula que el producto sea suministrado a los ciudadanos registrados en el IRCCA y solo podrán comprar hasta 40 gramos por mes, y no más de 10 gramos por semana.
El secretario de la presidencia, Juan Andrés Roballo, señaló que el producto llegará a las farmacias en un plazo “no menor a ochos meses”. Durante ese tiempo, explicó, se realizarán campañas para concientizar sobre las consecuencias del consumo del cannabis para poder “regularizar su consumo”. De igual forma, aclaró que se aplicará una política que garantizará la reducción del daño, prevenir y abordar el consumo abusivo, y contribuir en la lucha contra el narcotráfico.
Roballo manifestó que se iniciará una fiscalización de los clubes de cannabis y de usuarios que cultivan su propia droga. La ley establece tres formas en la que se puede hacer uso de ella: las personas podrán tener hasta seis plantas o 480 gramos; los clubes de membrecía tendrán un máximo de 99 plantas y entre 15 a 45 socios; o podrán adquirir la que cultive el Estado, a los precios y gramos ya estipulados.
Será válido cualquier modalidad siempre y cuando el consumidor se encuentre inscrito en el IRCCA. Quien cultive marihuana sin ejecutar este paso tendrá una pena de 20 meses a 10 años de cárcel.
Fuentes: El País, El Espectador