Según datos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (Oadprs), durante los tres primeros años del Gobierno de Enrique Peña Nieto la violencia dentro de las cárceles de país creció 110%, en comparación con los tres últimos años de mandato del expresidente Felipe Calderón (2010-2012).
Las cifras de este organismo exponen que las agresiones a terceros crecieron 330%; las autoagresiones, 275%; las riñas, 146%; las violaciones, 125%; las huelgas de hambre, 94,2%; los intentos de suicidio, 74,4%; los asesinatos, 17,9%; los motines, 16,7%; y los suicidios 0,6%.
Desde septiembre del presente año, Guerrero Durán es el titular del Oadprs, que se encarga de la vigilancia y coordinación de todo el sistema penal. El funcionario afirma que algunos penales “se convirtieron en un activo para las organizaciones criminales, porque viven como una población cautiva a la que se pueda extorsionar de manera constante y un mercado utilizado para la distribución de drogas.
Además, Guerrero Durán manifestó que algunos centros de readaptación funcionan como centros de operaciones desde donde se organizan delitos que van desde las extorsiones telefónicas hasta los secuestros y homicidios.
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A raíz de la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, por la cual el Gobierno de Peña Nieto fue criticado duramente, los datos oficiales muestran que las fugas han incrementado un 25% en comparación al tan solo 1% de este tipo de incidencias en las cárceles que se dieron durante los años 2010-2012. Al asumir su cargo, Eduardo Guerrero Durán expresó que uno de sus objetivos era lograr un sistema penitenciario que “provea la paz y la seguridad que los mexicanos necesitan”.
Fuente: Milenio.