La madrugada de este lunes fueron asesinados 12 militares y un policía de Colombia, por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Fueron atacados cuando trasladaban 130 votos de dos mesas ubicadas en la jurisdicción jurisdicción de Bocotá, comunidad indígena u’wa del municipio de Güicán, al norte del departamento de Boyacá.
De acuerdo con las informaciones preliminares, la misión electoral estaba integrada por 34 militares, dos policías, un líder indígena y dos delegados de la Registraduría de Colombia. Hasta la noche del martes la información que se manejaba es que también había otros tres militares heridos y que estaban desaparecidos otros dos funcionarios de la Registraduría, identificados como Wilme Alexander Ussa Estepa, de 20 años, y Leonel Mora Velandia, de 27 años, junto a dos soldados y un indígena u’wa. Se presume que estas personas podrían haber sido secuestradas por el grupo irregular después del ataque.
Después que se conoció la información sobre el ataque del grupo guerrillero y la cantidad de víctimas, las autoridades colombianas emprendieron una persecución por aire y tierra que se prolongó durante toda la noche del lunes, comandada por el propio jefe del Ejército, general Alberto Mejía.
La misma noche del lunes se inició la recuperación de los cadáveres de las víctimas, en una zona montañosa que tiene aproximadamente 3 mil metros de altura.
Según los medios locales, la comisión electoral fue atacada aproximadamente a las 3:30 de la madrugada del lunes, mientras esperaban en un campamento, para continuar el camino. Se suponía que los esperaban en el pueblo al mediodía del martes, según informó el alcalde del Güaicán, Carlos Andrés Cocunubo.
El jefe del grupo que trasladaba los votos, un sub oficial, se habría comunicado por radio con sus superiores para notificar que eran atacados, pero después se perdió el contacto con los militares. Se trata de una zona de difícil acceso, donde no hay tránsito vehicular y las comunicaciones son precarias. Se dice que en el área operan los frentes “Adonay Ardila Pinilla” y “Efraín Pabón Pabón” del ELN.
Este ataque del ELN ocurre justo un día después de la jornada electoral de Colombia, que había sido considerada como la más pacífica de los últimos tiempos y cuatro días después que el Ejército colombiano ultimara a nueve guerrilleros en la zona sur del departamento de Bolívar, a 460 kilómetros de Cartagena.
En esa oportunidad se trató de siete hombres y dos mujeres del frente “Luis José Solano Sepúlveda”, y entre los fallecidos estaba el líder del frente, que fue identificado por las autoridades como “Reno”, cuyo cadáver fue sometido a pruebas dactiloscópicas para determinar si en efecto se trataba de él.
La misma noche de este lunes el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos se pronunció al respecto y envió condolencias a los familiares de los soldados muertos.