El 23 de noviembre, la Secretaría de Seguridad de Honduras confirmó el robo de fusiles AK-47 y otras armas cortas, ocurrido entre 2010 y 2011, en una de las bodegas de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (Dnsei).
La Policía Nacional reconoció la sustracción de alrededor de 700 fusiles Kalashnikov, mejor conocidos como AK-47, de los que se teme hayan ido a parar a las bandas del crimen organizado que actúan dentro y fuera del país.
Leonel Sauceda, portavoz de la secretaría expresó que “se ha investigado que había numerosas armas largas en la Dnsei y se extraviaron entre los años 2010 y 2011, por lo tanto, al darse esta situación incorrecta, de inmediato la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (Diecp) realizó investigaciones a finales de 2012 e inicios de 2013 para establecer y determinar responsabilidades a los que en determinado momento las puedan tener”.
“De lo que tenemos conocimiento es que la Diecp remitió un informe de las investigaciones que ha realizado al Ministerio Público para continuar con el procedimiento legal que corresponde. En ese sentido, queremos manifestar que es una investigación en proceso y que todo está en manos de la Diecp y con el conocimiento del Ministerio Público”, agregó Sauceda.
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Óscar Vásquez, titular de la Diecp, confirmó que las indagaciones del hecho comenzaron desde 2012, como producto de una información confidencial. Vásquez expresó que se identificó a dos o tres personas que estaban directamente relacionadas con la custodia del armamento, así como a dos directores y otros oficiales que estaban encargados de los bienes en el momento que ocurrió el robo.
Las investigaciones preliminares establecen que no se llevaba un registro de los fusiles, lo cual facilitó la sustracción de los mismos sin dejar pistas. Por esto se acusa a los directores y oficiales de “negligencia y omisión”.
A finales de 2011 ya se había denunciado un extravío irregular de 300 fusiles FAL y 300.000 proyectiles del comando de operaciones especiales “Cobras” de la Policía Nacional, hecho que las autoridades expresaron no tuvo conexión con el robo de los AK-47.
Fuente: La Prensa