El Congreso de Chile aprobó el 23 de diciembre la ley para que la educación superior sea gratuita a partir del 2016. Los estudiantes de universidades privadas tendrán el mismo beneficio; sin embargo, con otras condiciones.
La ley fue una de las promesas que la presidenta, Michelle Bachelet, realizó durante la campaña y beneficiará a 200.000 estudiantes.
“Hemos cumplido el compromiso de iniciar la gratuidad en la educación superior, de transformar la educación en un derecho social garantizado. Lo hacemos desde la capacidad que nos permite el presupuesto”, declaró el ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz. De igual forma, manifestó que han convertido la educación en un derecho y cumplieron con el compromiso que tenían con los estudiantes y familias chilenas.
La ley establece que las universidades que podrán acceder a la gratuidad, privadas o públicas, deben pertenecer al Consejo de Rectores (CRUCH).
“En esta navidad muchos alumnos que están a la espera de poder postular a las universidades, Centros de Formación Técnica, van a poder saber el día 27 si son sujetos de beca o gratuidad de acuerdo a la institución”, dijo la ministra de Educación, Adriana Delpiano. Además, consideró un “un gran paso” para que más estudiantes ingresen al sistema.
El Tribunal Constitucional cuestionó semanas atrás los requisitos que exigía la ley al escoger solo entidades públicas que pertenecieran al CRUCH y a tres universidades privadas. El Gobierno arregló el proyecto al establecer que las universidades estatales serían elegidas si se comprometían a mantener y mejorar su certificación de calidad. Asimismo, las privadas deben cumplir con los requisitos de acreditación por cuatro años o más y los controladores sean personas naturales o jurídicas sin fines de lucro.
En los últimos años los estudiantes manifestaron su descontento con el plan del Gobierno en el tema de educación, exigían recibir educación gratuita a nivel universitario.
Fuentes: Reuters, El Universo