El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGFE) presentó el pasado 10 de enero los datos de inflación para Brasil. El país se encuentra atravesando una aguda crisis política y económica que llevó a confirmar los pronósticos pesimistas para la economía brasileña, en el cual la inflación supera la barrera de los dos dígitos, hasta llegar a 10,67%, su mayor nivel en los últimos 13 años.
El alza de los precios superó el resultado del 6,41% de 2014, y además sobrepasó la meta oficial del Gobierno, que situaba la inflación en 4.5% y con un exceso máximo de dos puntos porcentuales.
Según analistas, la inflación producida el 2015 se puede atribuir a la devaluación del 48,3 % del real, lo cual encareció el valor de las importaciones, junto con el aumento de tarifas controladas por el Gobierno que se dio a principios del año anterior en servicios como el agua, la electricidad o los combustibles.
Además de la devaluación del real, otra de las causas de la grave inflación del país sudamericano es el ambiente político que se vive en la nación, pues se amenaza con abrir un juicio en el Congreso contra Dilma Rousseff, acusada de corrupción, que podría conllevar a una posible destitución del cargo.
Para el economista y profesor de la estatal Universidad de Sao Paulo (USP) Heron Carlos Esvael do Carmo, “la crisis política crea desconfianza y, ante eso, los oligopolios aumentan los precios como prevención ante una mayor escalada de la inflación”.
[adrotate group=”7”]Esvael do Carmo expresó que el mercado “tiene recelo de que haya un cambio en la política económica que lleve a la fijación de los precios”, una situación “poco probable, pero que en los últimos 40 años ha ocurrido en varias ocasiones”.
“La inflación brasileña es una espiral viciosa porque los agentes económicos tienden a ajustar los precios en función de la última inflación, por lo que una inflación alta lleva al año siguiente a otra más alta”, agregó el analista.
Rousseff se comprometió en una entrevista, realizada antes de conocer los resultados, que para el 2016 buscará un reequilibrio fiscal y el control de la inflación como herramientas para retomar el crecimiento de una economía en recesión.
Analistas privados pronostican que para el 2016 habrá una contracción del 2,95 % y predicen que la inflación llegará al 6,87 %.
Fuente: Infolatam.