Los reos del penal de Topo Chico, en Monterrey, México, vivían con grandes lujos. A sí lo afirmaron las autoridades del estado de Nuevo León en un comunicado emitido este domingo 14 de febrero.
Baños sauna, aires acondicionados, un bar, parrillas eléctricas, un acuario, caminadoras para ejercitarse, colchones de alta calidad y habitaciones con acabados son parte de los lujos descubiertos por las autoridades que ingresaron a la prisión del norte de México, tras los hechos de violencia en los que murieron 49 reclusos.
En el comunicado informaron que dentro del recinto penitenciario había 208 tiendas de comida y golosinas en las que los presos podían comprar.
Según familiares de los reos, que prefirieron el anonimato, las autoridades de la cárcel siempre estuvieron al tanto de la corrupción que se vivía en el penal.
“Conocimos todas las irregularidades que existían, arbitrariedades, abusos, cobros de piso”, dijo en el comunicado el general Cuauhtémoc Antúnez, secretario de seguridad estatal.
Maquinaria pesada fue utilizada para retirar las toneladas de muebles y otros bienes traídos de contrabando y que las autoridades apilaron en el patio del penal, según el comunicado.
La policía destruyó centenares de altares dedicados a la “Santa Muerte”, algunos de los cuales tenían efigies de tamaño natural.
Un motín registrado en la cárcel dejó 49 personas muertas, entre reclusos y guardias de seguridad del penal. La revuelta, además, dejó unos 60 lesionados.
Fuentes: América Economía; El Nuevo Herald.