El Gobierno del presidente Mauricio Macri ha logrado “grandes avances” con los fondos de inversión de alto riesgo denominados holdouts para el pago de la deuda argentina, aunque los titulares de bonos no ven una rápida solución a corto plazo. Así lo manifestó Daniel Pollack, el abogado a quien el juez norteamericano Thomas Griesa designó como mediador y quien tiene a cargo el caso.
El Gobierno se reunió con los cuatro principales fondos: Elliot Management, Aurelius Capital, Bracebridge Capital y Davidson Kempner. Según confirmo el mismo Pollack, “no sé si se lograrán acuerdos con estos cuatro tenedores de bonos, pero voy a seguir haciendo todo lo posible para ver que eso ocurra”.
La última intervención de Pollack respecto a las negociaciones llegó luego de que el juez Griesa le diera a los demandantes un plazo hasta el día 18 de febrero para la presentación de argumentos para el mandato judicial (injunction en inglés) desde el año 2012. Esto impide que Argentina haga frente a los pagos de la deuda reestructurada en los canjes de 2005 y 2010.
La sentencia que impuso el Juez Griesa en octubre del año pasado alcanza en su totalidad US$20.000 millones , donde 50% ya tienen pedido judicial.
Durante su Gobierno, la propia presidente Cristina Kirchner (2007-2015) dijo: “no es que no queramos pagar a los fondos buitres, les ofrecimos entrar al canje pero quieren la sentencia casi usuraria que les dé más de 1.600% de ganancias”. La exmandataria reiteró en muchas ocasiones que “impedir que alguien pague no era entrar en default” en una clara alusión contra los holdouts. A lo largo y ancho de todo su mandato puso enfrente del conflicto al “pueblo argentino” como el principal perjudicado en esta “historia”.
El país se comprometió la semana pasada a pagar US$6.500 millones para llegar a un posible acuerdo por la demanda presentada en la justicia norteamericana para no declarar a la Argentina en “desacato”. Este monto representa casi un 30% de los US$9.000 millones que reclaman los “fondos buitre”.
El Juez Griesa hizo un guiño a la Argentina al reclamarles a los holdouts una explicación del por qué debería sostener la medida cautelar o ir en sentido negativo.
El interés argentino por darle una solución al tema en cuestión es significativo, ya que esto traería consecuencias favorables en cuanto a inversión y baja de intereses para poder tomar deuda.
En este momento una delegación que representa a la República Argentina se encuentra nuevamente en Nueva York para continuar con las negociaciones. Aunque la agenda no se dio a conocer, las partes que se sentarán a discutir por primera vez en una década encuentran puntos en común. Más cerca que antes de una negociación, el final es aún incierto.