
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es una de las guerrillas activas más importantes de Colombia. El ELN surgió como un movimiento marxista-leninista, aunque también tomó elementos ideológicos de la dictadura cubana. En la actualida, este grupo armado ilegal, fundado en 1964, tiene unos 1300 militantes.
En el presente este grupo armado está negociando con el Gobierno de Santos su posible desmovilización. Sin embargo, esta organización violenta no ha parado de atacar al Estado y a la población civil colombiana. Durante abril de este año, este grupo terrorista explotó un artefacto en el oleoducto de Caño Limón-Coveñas, en el departamento del Norte de Santander. Bajo este contexto vale la pena preguntarse ¿es el ELN un defensor del medioambiente? En el PanAm Post le contamos sobre la criminal política ambiental de esta guerrilla.
Las voladuras de oleoductos y gasoductos
El ataque del ELN en abril de 2017 a Caño Limón-Coveñas no es el único de este tipo realizado por esta guerrilla. La primera vez que la guerrilla marxista atacó un oleoducto sucedió en 1965, cuando el ELN tomó Simacota; y se calcula que desde 1986 el ELN ha atentado más de 1300 veces contra oleoductos.
Debido a estas acciones criminales, el Estado colombiano ha perdido más de 151 millones de galones de petróleo, que se han derramado en corrientes de agua, ecosistemas y cultivos. Los costos ambientales de estos actos se calculan en más de 73 billones de pesos (cerca de US$ 24.848.995.760). El departamento que más ha sufrido la criminal política ambiental del ELN es el de Arauca.
Los derramamientos de petróleo producen el envenamiento de animales, corrientes de agua y plantas. Pero además de envenenar a los seres vivos, el derramamiento de petróleo altera la cadena trófica al matar algas y plantas. Y es que el derramamiento de petróleo en fuentes de agua crea una película oscura que impide el paso de luz en el agua, lo que a su vez impide que las algas marinas lleven a cabo su proceso de fotosíntesis. Entre los animales más afectados por la muerte de las algas están los peces, las aves y las tortugas. Según un reportaje de la BBC, en el peor de los casos, los ecosistemas pueden recuperarse del derramamientos hasta después de 20 años. Los daños causados por el atentado a los oleoductos puede multiplicarse cuando existen elementos que puedan causar la combustión del petróleo.
El impacto para los seres humanos
Los ataques en contra de los oleoductos también afectan a los humanos. Una de las peores masacres perpetradas por el ELN en Colombia sucedió tras un atentado contra un oleoducto en 1998. Este acto violento ocurrió cuando esta guerrilla dinamitó un ducto de petróleo en el municipio de Segovia, Antioquia. Este atentado contaminó el río Pocuné, que ya había sido envenenado con petróleo por un atentado perpetrado por este mismo grupo en 1992. Además de afectar la corriente de agua, el ataque del ELN causó el incendio del corregimiento de Machuca, lo que causo la muerte de 84 civiles.
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El doble discurso
A pesar de la sistemática política criminal ambiental del ELN, este grupo guerrillero suele tener un discurso en defensa del medioambiente. Esta guerrilla, en su página web suele publicar documentos presentándose como paladín de la defensa de las causas ecológicas. En la página del ELN son recurrentes las críticas hacia las multinacionales y a las grandes potencias. Para esta guerrilla el capitalismo es el gran responsable de las grandes catástrofes ambientales del país y en su página web reivindica causas como la lucha contra el cambio climático y la contaminación ambiental.
De igual forma, este grupo insurgente justifica su accionar criminal bajo la excusa de luchar en contra del capitalismo. De acuerdo con la mencionada página de este grupo, estas empresas son las responsables del “grave daño al medio ambiente” en el país; además, afirman que las multinacionales promueven “la militarización, paramilitarización, asesinatos de los líderes y liderezas, desplazamiento forzado, violación de los Derechos Humanos”.
Conclusión
A pesar de que el ELN dice buscar la paz con el Gobierno Santos, esta organización guerrillera sigue realizando atentados. Si las negociaciones entre Santos y el ELN llegan a ser exitosas, es posible que este grupo termine convirtiéndose en un movimiento político. Como movimiento político de izquierda, es probable que el ELN intente asumir un discurso ecologista con el propósito de atraer votantes. Por esta razón han sumado al discurso marxista la defensa de la causa LGBTI y del tema ecológico. Sin embargo, vale la pena recordar que tanto el ELN como las FARC han conducido políticas antiecológicas y anti-LGBTI.
A pesar de su discurso en defensa de las causas ambientales, el ELN es responsable de una sistemática política criminal ambiental. Esta organización marxista ha atentado miles de veces en contra de oleoductos, causando irreparables pérdidas ambientales. Las víctimas de estos atentados son los animales y las plantas de los lugares donde se derrama el petróleo, así como los seres humanos.
Estos ataques causas pérdidas de empleo y contaminación de suelos y cultivos, pero, más grave aún, pueden ocasionar incendios de gran magnitud. Una de las peores masacres perpetradas en el conflicto colombiano fue causada por el ELN producto de un ataque de esta a un oleoducto antioqueño: la masacre de Machuca. Los colombianos no podemos olvidar.