
La dictadura venezolana de Nicolás Maduro se ha rehusado a ejecutar elecciones, derogó los poderes legislativos de la Asamblea Nacional, ha instituido tribunales militares para opositores civiles, mantiene encarcelados y tortura líderes de la oposición. Sin embargo, los partidos de izquierda en todo el mundo, junto con algunos políticos corruptos, se han agrupado en un intento de obtener apoyo a la dictadura de Venezuela a nivel internacional.
Durante los próximos días, los partidos comunistas de todo el mundo, muchos de los cuales, como PODEMOS en España, ahora utilizan nombres limpios sugeridos por firmas de relaciones públicas para ocultar su verdadera ideología, están organizando manifestaciones en apoyo de su aliado y benefactor en Venezuela.
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Los eventos tendrán lugar en Madrid, Toronto, México y otras ciudades alrededor del mundo. El tema común es señalar a los millones de manifestantes venezolanos que buscan elecciones libres y justas como “terroristas” cuyos líderes son simplemente títeres de “El Imperio”, palabra clave chavista para identificar a Estados Unidos.
Estos nuevos comunistas del siglo XXI, con su nueva apariencia, están unidos por compañeros políticos del régimen chavista, que han recibido financiación y apoyo de la dictadura venezolana durante las últimas dos décadas o pueden ser fácilmente chantajeados por los servicios de espionaje venezolanos o cubanos.
Así, veremos eventos pro-Maduro organizados por peronistas en Argentina, los receptores de grandes cantidades de dinero venezolano a través de los años, o por el partido de gobierno de Ecuador.
Recientemente, el presidente de Panamá, Juan Carlos Valera, estaba tan enojado cuando un grupo de exiliados venezolanos interrumpió un evento pro-Maduro en la Universidad de Panamá, que llegó a amenazar a toda la comunidad venezolana en Panamá con la deportación de realizar nuevas protestas en eventos como este. Irónicamente, fue el ex dictador de Panamá, Manuel Noriega, quien proporcionó el modelo de los matones paramilitares de Hugo Chávez utilizados por el régimen para intimidar y reprimir a los opositores. Los “Batallones de la Dignidad” de Panamá se convirtieron en los “Colectivos” de Chávez.
Funcionarios Sebin entrenan con consignas de odio contra oposición:"Quisiera tener un puñal de acero para degollar un maldito guarimbero" pic.twitter.com/e9aSnE1hfj
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) May 5, 2017
Los venezolanos creen que Varela, que era vicepresidente de Panamá cuando se adjudicaron los ahora infames contratos de Odebrecht, puede ser objeto de chantaje de Cuba o Venezuela, lo que explicaría su sorprendente e injustificada diatriba contra los exiliados venezolanos.
Es poco probable que los acontecimientos de estos grupos radicales alrededor del mundo influyan en la opinión pública. Las imágenes que salen de Venezuela y los informes extensos de los medios de comunicación más grandes y respetados del mundo no pueden ser deshechos por unos pocos radicales que tratan de entrar en las noticias vespertinas de la TV.
La experiencia venezolana ha demostrado que el comunismo no está realmente muerto en todo el mundo y que las viejas tácticas están siendo revividas.
También vale la pena recordar que estos mismos grupos son los líderes en sus respectivos países en atacar el libre comercio, los mercados libres y la democracia liberal. Con aliados como Kirchner en Argentina, o Varela en Panamá, son mucho más peligrosos de lo que se piensa.