EnglishPuerto Rico tenía que elegir entre pagar su deuda o pagar los salarios del sector público y sus presupuestos de salud y educación, señaló el gobernador de la isla, Alejandro García Padilla. Y lo hizo: el domingo, el funcionario anunció que autorizó una moratoria del pago de US$422 millones de sus compromisos, e insistió en la necesidad de que el Congreso de Estados Unidos le apruebe mecanismos que le permitan reestructurar, su deuda, valuada en $70 mil millones.
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Es la segunda vez en el último año que el Estado Libre Asociado declara la moratoria a sus pagos: El pasado agosto, dejó de pagar US$58 millones, lo que desencadenó la crisis de la deuda puertorriqueña y llevó a García Padilla a presentar un plan de recuperación a cinco años, elaborado por economistas estadounidenses. El 11 de abril, García Padilla presentó un nuevo plan para canjear 49.000 millones de dólares en deudas por 28.000 millones de dólares en bonos básicos y casi 2.000 millones de dólares en bonos de apreciación de capital exentos de impuestos.
Ayer, García Padilla indicó en un mensaje televisado que “nos hemos visto obligados a tomar medidas de emergencia en vista de que el Congreso no ha actuado”. Además de la autorización del default, García Padilla anunció la aprobación de una ley que asegura las partidas a los servicios básicos de salud, educación pública y seguridad.
“Sencillamente no tenemos dinero para pagar todos esos servicios y a nuestros acreedores”, señaló el gobernador de Puerto Rico.
El Gobierno tenía que pagar el domingo 422 millones de dólares que el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) adeuda desde 2011 a sus acreedores.
La deuda de 70 mil millones de dólares y la imposibilidad de reestructurarla representan “la peor crisis fiscal y humanitaria que ha enfrentado Puerto Rico en su historia”, destacó García Padilla, quien señaló que mantendrá negociaciones con sus acreedores; insistió, sin embargo, que, en ausencia de un mecanismo legal que permita al Gobierno de la isla reestructurar su deuda, “la crisis se profundizará”.
En enero, el gobernador solicitó al Congreso de EE.UU. ayuda para pagar sus deudas, alegando que sencillamente “no hay dinero” para honrar los compromisos, luego de una década de una profunda recesión, que muchos atribuyen a políticas proteccionistas estadounidenses que afectan a la isla.
García ha propuesto el derecho de Puerto Rico a declararse en bancarrota, como lo hacen los estados y condados de Estados Unidos, lo que le permitiría reestructurar su deuda de manera ordenada; pero la iniciativa ha carecido de apoyo entre los republicanos en el Congreso de EE.UU., mientras la Casa Blanca ha advertido que no hay ningún plan de rescate en agenda.
Fuentes: Publimetro, France24.