
La crisis en Venezuela es gigantesca: un severo déficit de Estado de Derecho, un colapso económico y un sacudón social.
Mientras la población sufre, un grupo se enquista en el Gobierno y niega cualquier posibilidad de solución de todos estos conflictos por la vía electoral.
En días recientes, y haciendo cierto eso de que una imagen vale por mil palabras, se han eternizado en una serie de fotografías que gritan lo que sucede en el país suramericano.
A continuación, siete fotos (más una) que muestran la situación venezolana en toda su gravedad.
1 (y 8): El presidente de la Asamblea Nacional es interceptado por un policía armado

Sucedió el sábado 9 de octubre. El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, se dirigía a un acto proselitista en la población de Anaco (Anzoátegui, al oriente de Venezuela).
Por órdenes del alcalde de ese municipio, Marcos Ramos, la policía municipal le prohibió la entrada al mismo. Y un policía incluso apuntó al automóvil en el que viajaba el máximo representante de un poder autónomo.
No porque Ramos estuviera traficando droga, o porque hubiera cometido un atraco: Sencillamente, porque intentaba entrar a un municipio cuyo alcalde es un “chavista” en un país en el que al menos nominalmente, hay libertad de tránsito; y además, le desmontó la tarima en la que iba a hablar, aunque en Venezuela, también nominalmente, hay libertad de expresión.
O sea, lo apuntaban con un arma solo por ser opositor. ¿Así, o más dictatorial es la vida en Venezuela?
Sin embargo, Ramos pasó a pesar de todos esos inconvenientes y miles de personas, en un pueblo relativamente pequeño, lo acompañaron.
Aunque el “chavismo” ha sometido a la población, por miedo y por hambre, no ha podido erradicar de sus corazones la esperanza de un cambio como el que los políticos de la oposición representan. Por eso, justamente, es que los representantes de la dictadura tienen tanto miedo de dejarlo pronunciarse en unas elecciones.
En #Anaco no pudieron con el pueblo, sin tarima o con tarima, con abusos policiales y demás, @hramosallup sigue promoviendo el revocatorio. pic.twitter.com/Fg0zJBTrpW
— Antonio Barreto Sira (@BarretoSira) October 8, 2016
2) Un ferry se hunde con media vida útil por delante

También el fin de semana, se difundieron imágenes del ferry Carmen Ernestina, de Conferry, hundiéndose en el embarcadero de Puerto La Cruz.
Conferry era un monopolio privado, convertido en 2009 en un monopolio estatal, de transporte marítimo entre esa ciudad y la Isla de Margarita, el principal destino turístico de Venezuela.
Del hundimiento se dieron diversas explicaciones: el gobernador de Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa, se lo atribuyó a “cambios en la presión del mar por el huracán Matthew, que afectaron una fisura que está controlada, y de todos modos, el buque ha llegado al final de su vida útil y está esperando el desguace”.
Pero la Federación de Colegios de Profesionales de Turismo de Venezuela tiene una visión muy diferente del tema.
Señala que el Carmen Ernestina solo está en la mitad de su vida útil (y ciertamente, parece un ferry bastante moderno, especialmente para navegar en aguas tranquilas e internas como las que hay entre Puerto La Cruz y Margarita) y pide a la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional que investigue el hecho, porque “siete años de gestión de La Nueva Conferry, se pierde una embarcación que costó a la Nación USD$ 40 millones, y que actualmente se pierde por irresponsabilidad del organismo administrador”.
Hay que decir que los ferris han sido fuente de corrupción de larga data en el Gobierno. Hebert García Plaza, exhombre fuerte del Gobierno de Maduro, se encuentra exiliado, justamente, por comprar ferrys usados como si fueran nuevos.
Y como dice la Federación de Turismo, Conferry ha pasado de tener 20.000 puestos de transporte hacia Margarita a tener menos de 2.000; solo el colapso del Carmen Ernestina significó 2.000 puestos menos. Y advierte que es más “negocio” para la corrupción comprar ferrys que reparar los existentes.
3) Se descubre que Venezuela importa casi toda su gasolina

Desde la semana pasada, y cada día con mayor fuerza, ha comenzado a escasear la gasolina en buena parte del territorio nacional. Como lo hace siempre, el Gobierno, primero, ignoró las quejas; luego no tuvo más remedio que responder a ellas.
El culpable de que no haya gasolina en Venezuela es… ¡Matthew, otra vez! Resulta que PDVSA se vio obligada a anunciar que por culpa del huracán, no podía importar gasolina para atender el mercado venezolano.
Y se descubrió que 80 % de la gasolina que consumen los venezolanos, en el principal reservorio de petróleo del mundo, tiene que llegar del exterior.
Con esto se cumple la máxima de Milton Friedman: si en el Sahara gobernara un régimen socialista, en pocos años habría que importar arena.
Venezuela tiene una amplísima capacidad refinadora, incluyendo Amuay, el complejo refinador de petróleo más grande del mundo, que en 2012 explotó en circunstancias aún poco claras, dejando un saldo oficial de 55 muertos. Pero resulta que de esas cuatro plantas, solo está operativa, y a media capacidad, la correspondiente al oriente del país.
PDVSA está haciendo un negocio ruinoso: el futuro de gasolina Super, para entrega en noviembre, está en aproximadamente US$0,50; en el mercado interno, la vende en $0,006 (6 décimas de un centavo de dólar, sí, no es un error de tipeo).
Eso, incluso, sin considerar que en Venezuela nada se compra sin su correspondiente tajada de corrupción.
El huracán Matthew estuvo frente a la costa venezolana hace dos semanas, durante un par de días; cuando se trasladó hacia el norte, los venezolanos señalaban, con su proverbial humor, que no se quedó aquí porque ya no quedaba nada que destruir. Y, al parecer, era cierto.
4) Se agrava situación de gente comiendo de la basura

La crisis alimentaria del país no da tregua y la producción industrial es de apenas 40 % de la capacidad instalada, por los controles que traban la economía.
En este panorama, las gigantescas colas que hay en los mercados para adquirir alimentos han seguido creciendo, como también la cantidad de gente que se ve obligada a comer de la basura.
No son necesariamente indigentes; cada vez más personas trabajadoras, a quienes no les alcanza el dinero para comer (la inflación está en el orden de 20 % mensual) se suman a esta práctica, obligados por la necesidad.
Rompe el alma verlos en el centro de la ciudad, muy cerca del Palacio de Miraflores. Personas que tienen que recurrir a comer de la basura para completar la magra “dieta de Maduro”.
5) Los presos mueren de tuberculosis, inanición… ¡o se comen entre ellos!
Desde hace un mes, hay un autosecuestro en la Penitenciaría General de Venezuela, en el centro del país.
En esa prisión, al menos siete reclusos han muerto de tuberculosis, y en todo el país, al menos otros siete, detenidos en calabozos, han fallecido como producto de la desnutrición.
En Táchira se presentó un caso particularmente grave: descuartizaron a un preso, y luego se lo comieron.
Afirman que el antropófago es Dorangel Vargas, conocido en la década de los 90 como “el Comegente de San Cristóbal”. Esta información está aún por verificarse.
6) Los diputados no pueden legislar porque no les pagan sueldos
Nicolás Maduro ha asfixiado por todos los medios a la Asamblea Nacional, el único poder independiente del país.
El martes pasado, los diputados tuvieron que romper el quórum parlamentario por una razón muy sencilla: como mayormente viven en el interior, no tenían recursos para acudir a la sede del Parlamento en Caracas.
Maduro ha argumentado que la Asamblea está en “desacato” al Tribunal Supremo de Justicia, porque ha incorporado a diputados de Amazonas que, según el TSJ (que los desincorporó luego de juramentados, en una postura, también, claramente fraudulenta) cometieron un fraude electoral.
El caso no avanza en la corte, y solo tiene como objetivo evitar que la oposición tenga los 112 diputados que le dan superpoderes.
Resulta que Maduro anunció que no le iba a dar recursos al Parlamento hace dos meses, pero que no les ha cancelado ni un bolívar desde enero.
Es decir, y según el diario caraqueño El Nacional, el ahorcamiento financiero se produjo mucho antes de la supuesta contumacia de una Asamblea Nacional a la que el Gobierno quiere sumisa, como cada vez que puede afirma Héctor Rodríguez, jefe de la minoritaria bancada oficialista en el Parlamento.
7) Maduro, cada vez más aislado, busca sumarse al eje Putin-Erdogan

Mientras Venezuela se cae literalmente a pedazos y no hay gasolina, Nicolás Maduro se va a Turquía a participar en una sedicente “Cumbre Mundial de Energía” y a buscar que Rusia le siga financiando el desastre y le baje los precios del petróleo.
Por supuesto, el objetivo fundamental de su visita no era otro que el de aprender de Reccep Tayyip Erdogan, el último golpista de nuevo cuño de Asia, y de quien el presidente venezolano dijo una vez que “iba a quedar como un niño de pecho” si intentaban desalojarlo del poder.
No es poca cosa, considerando las miles de detenciones y destituciones que aplicó Erdogan tras lo que universalmente se considera ya como un “autogolpe” hecho para desencadenar la represión.
El punto es que Maduro busca desesperadamente asociarse al eje Putin-Erdogan: cada vez más aislado internacionalmente, paria de la comunidad interamericana (y cada vez más cercado por el caso de los “narcosobrinos“) al presidente venezolano se le hace pequeño el mundo.