
EnglishEl valor del bolívar venezolano se desplomó el mes pasado con una depreciación de Bs. 102,56 a Bs. 159,02 por dólar estadounidense en las operaciones de mercado negro. La caída de noviembre indica que Venezuela está ahora acercándose a la hiperinflación.
La regla entre economistas sostiene que la hiperinflación se desata cuando la inflación —la pérdida del poder adquisitivo de una moneda medida por el aumento en el nivel de precios— excede una tasa mensual del 50%. Como se deduce de la tasa de cambio en el mercado negro y el Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos, la inflación en Venezuela para noviembre ascendió al 55,7%*. La denominación más alta del bolívar, el billete de Bs. 100, apenas equivale a 62,9 centavos de dólar.
Si la trayectoria en caída libre del bolívar permanece invariable, la inflación anual compuesta llegaría al 19.633%.
Aunque DolarToday es el sitio web más utilizado como referencia del precio informal del bolívar, Aguacate Verde y Lechuga Verde también confirman la tendencia (a 146 Bs. cada dólar estadounidense). De los tres, DolarToday es el único que ofrece públicamente un historial (Excel), y permite así comparar entre el tipo de cambio actual con los del pasado.
La desaparición del bolívar
En un país con tres tipos de cambio fijos —todos con racionamiento de moneda extranjera— el mercado informal se ha convertido en la medida más precisa para determinar el poder adquisitivo de la moneda venezolana.
“El precio del bolívar en el mercado negro es un muy buen indicador de cuál debe ser el tipo de cambio”, dice Boris Ackerman, un economista y profesor en la Universidad Simón Bolívar. “Las expectativas inflacionarias del público y la especulación continúan siendo el motor detrás de la caída del aumento del precio del dólar, a pesar de los estrictos controles financieros impuestos por el Gobierno”.
En una economía marcada por la crisis, los venezolanos se desesperan por escapar del bolívar y refugiarse en el dólar, que ofrece una relativa estabilidad y una reserva de valor. En respuesta, el presidente Nicolás Maduro ha trabajado constantemente para reducir su disponibilidad dentro del país, y hasta ha prohibido transacciones con el billete verde.
Este año, el régimen chavista también introdujo una tercera tarifa dentro del sistema de venta de divisas (SICAD II) en un intento de reprimir el floreciente mercado negro. Sin embargo, la medida no consiguió el objetivo, y desde su implementación en marzo el tipo de cambio del mercado negro se ha duplicado.
Los problemas financieros de Venezuela han sido objeto de frecuentes críticas, incluida la de la destacada revista The Economist, que la describió como “probablemente la economía peor administrada del mundo”.
“La salida es clara”, dice Ackerman. “Si el Gobierno quiere revertir esta tendencia, necesita remover los controles de precios y subir los del combustible… Necesitan liberalizar la economía en general, pero no veo que suceda eso en el corto plazo. Sería una locura esperar un cambio radical cuando todo lo que se ha visto indica absolutamente lo contrario”.
La presión inflacionaria, fuera de control
A pesar de la fractura en el seno del Partido Socialista Unido de Venezuela, aquellos a cargo del régimen se han mantenido comprometidos con la “Revolución Bolivariana” del chavismo. De hecho, en una demostración de lealtad al socialismo del siglo XXI, el presidente Maduro designó este año a Orlando Borrego —educado en Moscú y compañero de batalla de Ernesto “Che” Guevara durante la Revolución Cubana— dentro de su equipo de asesores económicos.
En noviembre, Maduro sancionó 45 leyes y reformas para compensar la caída en la recaudación por exportaciones de petróleo. Eso incluye nuevos tributos en momentos que Venezuela, privilegiada por poseer las reservas de petróleo crudo más grande del mundo, está en riesgo de entrar en cesación de pagos y ha recurrido a importaciones de crudo liviano de Argelia.
“No creo que Venezuela haya cruzado el umbral hacia la hiperinflación, pero ciertamente es algo que está abierto a debate”, dice Ackerman. “Es difícil encontrar una definición precisa para la hiperinflación, pero si el Gobierno no actúa ahora mismo definitivamente nos encontraremos en ese contexto”.
Venezuela hoy sufre de la tasa de inflación más alta del mundo, y es el primer país en mostrar signos de hiperinflación desde el caso de Irán en 2012. La depreciación del bolívar es monitoreada por el proyecto Monedas en Problemas del Instituto Cato, el cual busca estimar tasas de inflación en países que atravesan dificultades económicas extremas.
*Lea una explicación del método de cálculo aquí. Traducido por Adam Dubove.