Se lo llama “el poder detrás del poder” y se lo caricaturiza como el titerero macabro detrás del recientemente inaugurado Donald Trump. Pero ¿quién es realmente Steve Bannon, el supremacista blanco que aseguró un asiento en el Consejo de Seguridad Nacional?
Su historia dista mucho de la de un líder de la “alt – right” (derecha alternativa). De hecho – e increíble como sólo la vida misma sabe serlo – Bannon podría fácilmente haber terminado en las alas más liberales de una California naranja, ruidosa y, por sobre todas las cosas, demócrata.
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Realizó sus estudios de grado en la Universidad de Virginia, y cuenta con dos maestrías en Administración de Empresas, una la Universidad de Georgetown y otra, nada más y nada menos, que en la Harvard Business School.
Después de un paso por la Armada, Steve Bannon se une a Goldman Sachs, uno de los grupos de inversión y valores más poderosos del mundo – y otrora cercano a la exrival de Trump, Hillary Clinton.
Después de seis años de en la institución (cuya sede central se encuentra en New York, donde Bannon trabajase) el ahora asistente presidencial funda Bannon & Co., una consejera financiera que lo involucraría, mediante un acuerdo de productoras, con una de las series más exitosas – ¡y liberales!- de todos los tiempos: Seinfield.
Cuando indico que Bannon estuvo “involucrado” con Seinfield, quiero decir que hizo millones en concepto de regalías. Y cuando digo “millones”, debería explicitar la cifra: 32.6 millones de dólares, si es que poseía sólo el 1 % (si bien la relación Bannon – Senfield es tan conocida como confirmada, nadie ha aclarado jamás el porcentaje exacto en derechos de autor con el que el actual asesor presidencial se beneficiaba).
Bannon es, al menos, el conservador inesperado, escondido detrás del glamour demócrata de Hollywood. Fue luego productor de cine con todas las letras, llegando a financiar “The Indian Runner”, drama familiar escrito y dirigido por el claramente demócrata Sean Penn.
No demoraría mucho en abrir Bannon Films, productora particularmente dedicada a fomentar documentales de tinte político, como “The Undefeated”, sobre la excandidata republicana Sarah Palin, y que no llegara ni a 200.000 dólares de reacudación.
Sólo un año después, en 2012, llegaría Breitbart News Network, más conocido como Breitbart.com, el portal de noticias en el que Bannon se convertiría en editor – y también, quizás queriéndolo, saltaría a la fama.
Pero la verdadera importancia de Breitbart News Network, no es el papel de Bannon en sí, sino cuánto lo acercaría a un candidato republicano al que nadie le daba chances de ganar y era mofado por toda la prensa: el millonario de bienes raíces – y también showman- Donald Trump.
Desde allí hasta hoy, la historia es ya bastante más conocida.
Pero ¿es este hombre en efecto un supremacista blanco? Muchos son los analistas que afirman que es Bannon quien realmente está detrás de la prohibición musulmana (“muslim ban”) decreto que prohíbe el ingreso a Estados Unidos desde siete países de mayoría musulmana. Prueba de esto es que el mencionado decreto no fue consultado por figuras clave como John Kelly (Seguridad Interna) o James Mattis (Defensa).
Otros creen que se trata simplemente de un oportunista más, un millonario ávido de poder y – si bien esta descripción lo acercaría al actual presidente estadounidense – corren rumores de que puertas adentro, no podrían ser más diferentes.
Mientras Bannon “devora libros”, el mandatario no ha cultivado la lectura como placer.
Sin importar las diferencias o puntos de encuentro, o el insólito pasado hollywoodense en común, lo cierto es que Bannon es el hombre detrás del hombre, y cuando la oficina no es otra que la Oval, es probablemente cierto que hoy, tal como la revista TIME asegura, Steve Bannon se coloque entre los hombres más poderosos del mundo.
Y como es bien sabido, es el poder – no el dinero- lo que tienta, desvela y corrompe a todos los hombres.