
Uruguay evidencia un deterioro de sus indicadores macroeconómicos, con una inflación anual de un 10,2% hasta febrero, alejada de la meta del Banco Central que es de 7 %.
La instancia económica reforzó recientemente su política monetaria contractiva elevando los encajes bancarios.”La política monetaria no es 100% efectiva cuando se toman este tipo de medidas, pero sí son señales positivas en pos del objetivo”, dijo la directora de Soberanos y Finanzas Públicas de Standard & Poor’s, Delfina Cavanagh, quien confía en que el gobierno mantenga su perfil macroprudencial.
La analista precisó que la situación de Uruguay no es diferente al escenario en el que está inmersa la región, afectada por menores precios en las materias primas, un menor crecimiento global y la desaceleración de China.
Las agencias calificadoras de riesgo aseguraron que el grado inversor del Uruguay no corre peligro en el corto plazo, pero la perspectiva “estable” podría ser modificada debido la situación macroeconómica del país.
“No creemos que sea muy probable que Uruguay pierda el grado de inversión (…) En el peor de los casos lo que estamos evaluando en este momento es la perspectiva y sin duda la presión es hacia la baja”, dijo el vicepresidente de Riesgo Soberano de Moodys, Jaime Reusche, en declaraciones divulgadas por El Observador.
La deuda soberana uruguaya tiene nota “Baa2” de Moodys, “BBB-” de Fitch Ratings, “BBB” concedida por Standard & Poor’s, “BBB(low)” de DBRS y “BBB-” de R&I, reseñó el medio digital.
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En su balance público del primer año de Gobierno, el presidente de la República, Tabaré Vázquez, advirtió que el gobierno va a “trabajar fuertemente para no perder el grado inversor”, pues eso supondría perder la confianza en el país y afectaría la inversión extranjera.
El alerta de Vázquez se dio a comienzos de marzo, horas después de conocerse el dato de déficit fiscal, ubicado en 3,8% del PBI, el más negativo de los últimos trece años. Ese indicador ha sido marcado por las calificadoras de riesgo como un punto débil de la economía uruguaya, aunque mantiene a Uruguay con buena nota.
Por su parte, el ministro de Economía, Danilo Astori, anunció días atrás una mayor cautela fiscal e insistió en pautas salariales oficiales más flexibles que buscarían quitar presión sobre el alza sostenida de los precios minoristas. La inflación, además, se ha visto afectada por la depreciación de la moneda doméstica.
“La inflación persiste en un nivel estructural alto, restando flexibilidad del marco de políticas. El déficit fiscal ha crecido por encima de las metas presupuestarias, presionando la deuda pública en niveles comparativamente altos dentro de la categoría ‘BBB'”, señaló Todd Martínez, director de Soberanos de Fitch Ratings.
Fuente: El Obervador