A una semana de la visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a Argentina, su administración confirma que impulsará la desclasificación de los documentos de la última dictadura militar en el país.
La asesora de Seguridad Nacional, y una de las colaboradoras más cercanas al presidente Obama, Susan Rice, señaló que la decisión se tomó a pedido del Gobierno de Mauricio Macri y luego de tomar en cuenta las sugerencias de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
“Además de los más de 4.000 documentos que Estados Unidos ya ha difundido, el presidente Obama, a petición del gobierno argentino, anunciará un esfuerzo abarcativo para desclasificar documentos adicionales, incluidos, por primera vez, archivos militares y de inteligencia”, dijo Rice.
Rice afirmó que en el gobierno de Obama estaban “impresionados” con las reformas impulsadas por Mauricio Macri y que la Argentina podía ser un “fuerte socio” en varios temas globales. “Deseamos ampliar nuestra relación económica”, afirmó.
La funcionaria se refirió al 40º aniversario del golpe militar de 1976, los derechos humanos y los archivos secretos en poder de Washington: “Para subrayar nuestro compromiso compartido con los derechos humanos, el Presidente visitará el Parque de la Memoria para honrar a las víctimas de la guerra sucia de la Argentina”, confirmó Rice.
“En este aniversario, y más allá, estamos decididos a hacer nuestra parte, mientras Argentina continúa sanando y avanzando como una nación unida”, agregó.
A principios de esta semana, Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Familiares de Detenidos enviaron a través de la embajada de Estados Unidos el pedido formal de desclasificación de los archivos al gobierno de Obama.
El diario estadounidense The New York Times también se sumó a la solicitud dedicando su editorial de este miércoles al tema. Pidió a Obama que desclasifique más información diplomática y de inteligencia de los años de la dictadura.
“Servirá para enfocar con más claridad un período vergonzoso de la política exterior estadounidense, en el que Washington condonó y en algunos casos apoyó las tácticas brutales de Gobiernos de extrema derecha en la región”, señala el editorial.
Fuentes: La Nación, The New York Times.