En su primera aparición pública, luego de la votación en la Cámara de Diputados que la puso al borde de un juicio político, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que se enfrenta a “un golpe de Estado no tradicional”.
“Creo en la democracia y siempre he luchado por ella. Enfrento un golpe de Estado no tradicional”, aseguró la mandataria en una conferencia de prensa.
“No se puede pedir un proceso de impeachment o destitución, ya que esto es una tentativa de elección indirecta que ocurre porque quienes quieren llegar al poder, no tienen los votos para hacerlo”, señaló Rousseff.
- Lea más: Diputados de Brasil aprueban juicio político a Dilma Rousseff
- Lea más: Supremo del Brasil rechazó pedido de detener juicio político a Rousseff
La mandataria agregó que tiene la conciencia “libre y limpia” y que el proceso de impeachment, lanzado en su contra por la Cámara de Diputados, “no tiene sustento”.
Rousseff aseguró que no hay nada en la causa que pruebe que ella se ha apropiado ilegalmente de los recursos del Estado. “Esto todos lo saben”, advirtió.
“La democracia entera va a sufrir y va entrar en un proceso de baja calidad (…) Y esto es así porque se muestra que es posible acusar a una presidenta sin que tenga ninguna culpa”, expresó Rousseff.
Asimismo, agregó que es injusto que “el vicepresidente conspire contra la presidenta de la República abiertamente”. “Esto no ocurre en ninguna democracia del mundo”, dijo.
La mandataria insistió en que no se rendirá, y que tiene la “valentía” para enfrentar el juicio político.
“El mundo y la historia nos observa, tengo la fortaleza suficiente para enfrentarme a este juicio y a esta injusticia, pero tengo valentía y no voy a paralizarme ni a desalentarme, voy a seguir luchando”, dijo la mandataria brasileña.
[adrotate group=”7″]