La oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Argentina, reveló que en 2015 se registraron 4 millones de niños y adolescentes entre 0 y 17 años pobres, lo que representa un 30% de los argentinos en ese rango de edad.
El estudio, con estadísticas alarmantes, señala que de los 4 millones de chicos pobres, el 8,4% está en pobreza extrema.
Para realizar el análisis, Unicef usó una nueva metodología multidimensional, que en lugar de analizar el nivel de ingresos o el consumo, hace cruce de “indicadores de privación” que impiden el desarrollo integral de niños y adolescentes.
Los técnicos tomaron diez variables, que a su vez estaban compuestas por varios: nutrición, salud, educación, información, saneamiento (agua y baño), vivienda, ambiente (zona indundable, basural), protección contra la violencia, contra el trabajo infantil, el juego y la interacción social.
“El ingreso monetario sólo contabiliza a los niños cuyos padres tienen la billetera vacía, y deja fuera de la estadística a las familias que técnicamente cubren las necesidades monetarias básicas y aun así son pobres si se consideran otras dimensiones como las que propone la nueva medición”, explicó en rueda de prensa Sebastián Waisgrais, especialista en monitoreo y evaluación de programas de Unicef.
Los autores del estudio señalaron a La Nación que los datos que reunieron indican que esta pobreza se mantuvo estable en el tiempo, con una reducción entre 2005 y 2010, y un avance en los últimos cinco años.
“La situación más compleja se da de los 0 a los 5 años, en la primera infancia”, afirmó Waisgras.
Agregó que tiene mucho impacto en la pobreza la inestabilidad laboral; en estos casos las probabilidades de caer en la pobreza aumentan 3,4 veces.
Según Waisgras, hay 11 veces más de probabilidades de que una persona caiga en la pobreza cuando el jefe de hogar no terminó la primaria. Asimismo, aseguró que la probabilidad de ser pobre de un niño que reside en el noroeste argentino es 6,5 veces más alta que la de un niño que vive en la ciudad de Buenos Aires.
De acuerdo con la medición de Unicef, las privaciones más significativas en Argentina son en información (acceso a Internet, TV, teléfono fijo y móvil, computadora), protección contra la violencia doméstica, salud y tiempo para jugar. Esas cuatro dimensiones explican un poco más del 63% de la pobreza.
“Hay que poner esta situación en la agenda rutinaria de las estadísticas para poder definir políticas públicas de intervención con una mirada integral sobre la pobreza”, dijo Waisgras.