El gobierno de la expresidenta argentina Cristina Kichner ocultó y borró información sobre las cuentas bancarias en Estados Unidos vinculadas al empresario Lázaro Báez, acusado de lavado de dinero. Una investigación del diario argentino Clarín revela que los datos sobre las cuentas y transacciones de Báez fueron enviadas al Gobierno de Kirchner por el estudio de abogados que fue contratado en Nueva York para el representar al Estado en el litigio con los fondos buitre. Clarín señala que los datos comienzan a llegar en octubre de 2013, a raíz de una acción judicial para producir información (discovery) que inició el fondo buitre más difícil para negociar, el NML de Paul Singer, que quería rastrear los fondos de Lázaro Báez y el Estado argentino. El “discovery” iniciado por el fondo NML contra el estudio panameño Mossack Fonseca, fue con el objetivo de conocer detalles sobre las 123 sociedades creadas en el estado de Nevada, Estados Unidos, vinculadas a Lázaro Báez.
Fuentes judiciales señalaron a Clarín que la información habría sido borrada de las computadoras de la Procuración del Tesoro de Argentina y que desaparecieron discos rígidos. La responsable fue la exprocuradora argentina Angelina Abbona, quien tuvo que devolver el disco rígido de su computadora. Se lo había llevado a su casa para supuestamente hacerle una copia de los archivos.
El gobierno de Mauricio Macri logró recuperar parcialmente correos con información valiosa que ya están manos de las autoridades. Además de mails, desaparecieron archivos protegidos por una protective order (orden de protección), que contienen información sobre cuentas y transacciones de Baez y del primer financista de Lázaro y de Néstor Kirchner, Ernesto Clarens. “De la documentación recibida se desprende que existe información encriptada a la cual no se ha podido tener acceso”, dice una nota enviada por la Unidad de Información Financiera el 10 de junio a la Procuración. La exprocuradora habría recibido correos con información clave producida por el Standard Charter de Nueva York y el Ocean Bank. La primera entidad aportó un CD con 66 carpetas sobre transferencias de Báez, Clarens y Fabián Virgilio Rossi, el ex empleado de la financiera SGI. En esta financiera fue donde se grabaron los videos del hijo de Báez contando grandes cantidades de dólares, y con los cuales avanzaron las investigaciones de la causa de la “ruta del dinero k”. La procuración del Tesoro también recibió información sobre las sociedades vinculadas a Báez, ADG Group Holdings LLC, Alhambra LLC, Angrain LLC, Balmar Development LLC.
Según Clarín, la exprocurodara Abbona recibió correos donde se le informaba de un total de 1.336 transacciones realizadas entre 2006 y 2014, por un monto aproximado de US$ 408 millones. Los intercambios de correos entre el estudio contratado por el Gobierno y la Procuración del Tesoro llegan hasta junio del 2015. Los correos que logró recuperar el actual titular de la Procuración del Tesoro, Carlos Balbín, fueron entregados al juez federal Sebastián Casanello, quien lleva la causa de la “ruta del dinero k”. El arrepentido de la causa Leonardo Fariñas había declarado al juez Casanello que la embajada de Estados Unidos avisó “extraoficialmente” al Gobierno de Cristina Kirchner que Báez, dueño de la constructora Austral Construcciones, “estaba fugando millones de dólares al exterior”. Esta revelación habría enfurecido a la exmandataria, quien lo llamó para increparlo y anunciarle que le iba a “reducir la entrega de contratos de la obra pública” de la cual se beneficiaba. Fuente: Clarín