Este jueves 28 de julio, un paro sindical en una línea de ferrocarril sorprendió a los habitantes del conurbano bonaerense, quienes tuvieron que buscar vías alternas para trasladarse.
Más de 350.000 personas usan el tren Sarmiento, que une la estación Once de Septiembre, una de las terminales ferroviarias más importantes de la ciudad de Buenos Aires, con el oeste de la Provincia de Buenos Aires, la más poblada del país.
Los trabajadores de la línea ferroviaria Sarmiento iniciaron un paro de 24 horas a las 00:00 de este jueves 28 de julio, en rechazo a las suspensiones de 70 compañeros pertenecientes al área de limpieza.
El secretario de prensa de la seccional Gran Buenos Aires de los delegados ferroviarios, Gustavo Ibáñez, dijo que los empleados fueron sancionados por la empresa por “el solo hecho de reclamar mejores condiciones de seguridad”. Los empleados están cumpliendo la medida de suspensión desde el viernes pasado.
Ibañez precisó que hace un mes los empleados suspendidos habían exigido a la empresa mejores condiciones de seguridad, porque el depósito donde trabajan no tuvo luz durante un día. “De esa forma no se puede cumplir tareas”, señaló.
Por su parte, el gremialista de Unión Ferroviaria (UF) Rubén Darío “El Pollo” Sobrero aseguró que si no tienen una respuesta por parte de la empresa habrá un paro de 48 horas la semana que viene.
El vocero de la empresa Trenes Argentinos, Pablo Cunning, dijo que la sanción a los trabajadores está en el marco del convenio de trabajo. “Las sanciones se aplican para ser igualitarios con los que realmente trabajan. Cuando 64 personas impiden que una formación salga en horario, son sancionados, como tiene que ser”, afirmó en una entrevista a Radio La Red.
Cunning asegura que la empresa estuvo abierta al diálogo y que ofrecieron reducir la sanción para evitar el paro, pero la propuesta fue rechazada. “La intransigencia que hubo determinó que la gente hoy no pueda viajar”, agregó.
En un comunicado, Trenes Argentinos aseguró que los trabajadores supendidos no cumplieron con notificar formalmente la existencia de algún reclamo y además “no siguieron las instancias obligatorias de conciliación para la resolución de todo conflicto”.
La medida de fuerza provocó que el tránsito en la Ciudad de Buenos Aires desde los accesos del oeste bonaerense hacia el centro porteño se hiciera pesado. Las vacaciones que regularmente toman las instituciones educativas en la temporada de invierno, y que reduce el tráfico de personas, evitó un colpaso vehicular.