Tras la divulgación de una supuesta carta que la exmandataria Cristina Kirchner habría enviado al empresario Lázaro Báez, este decidió conceder una extensa entrevista desde la cárcel donde está recluido desde abril, en la que apuntó contra la expresidenta, habló de cómo se adjudicaba la obra pública durante el gobierno anterior, y se quejó de la actuación del juez que lleva la causa.
El empresario investigado por lavado de dinero fue consultado por Infobae acerca de si sentía que la exmandataria lo había entregado, a propósito del complicado proceso judicial que enfrenta actualmente por lavado de dinero, a lo que respondió: “Pero no sólo Cristina. Todo el mundo me usó de forro. La Cámara de la Construcción también me usó de forro. Acá se limpiaron todos el culo conmigo, porque el hilo se tiene que cortar en Báez. Porque no puede seguir para arriba”.
Negó enfáticamente ser testaferro de la familia Kirchner. “¡Eso porque no lo conocen a Néstor! Néstor no te soltaba una moneda. No pagaba un café. ¿Usted piensa que me van a dar la plata de ellos para manejar? No me haga reír”, señaló.
Agregó que la fortuna de los Kirchner no la hicieron con él y que tampoco se la dieron para que la manejara.
Reiteró que su amistad era con Néstor Kirchner y no con la exmandataria. “Cuando ella llegó nosotros dejamos de tener una participación activa en nada”, dijo.
“Yo soy de los que piensan como Néstor. Este país necesitaba generar una reserva de 100 mil millones para tener independencia económica. Néstor en 4 años juntó 57 mil millones. Cristina, en 8, no pudo juntar ni 20 mil. Algo pasó. Por lo contrario, se gastaron todo lo que tenían. Algo pasó”, comentó.
Cuando le preguntaron si la exmnadataria estuvo mal asesorada o era una “ladrona” Báez dijo: “Póngale el nombre que le quiera poner. Lo que pasa es que Cristina sugerencias nunca aceptaba, ella era la dueña de la verdad”.
“No somos unos ladrones”
El empresario de la construcción aseguró a Infobae que ni él ni sus hijos son unos ladrones y que no tuvo privilegios en la adjudicación de la obra pública, pese a que a su empresa le dieron la mayor parte de las obras en la provincia de Santa Cruz, durante los 12 años de gobiernos kirchneristas.
“Nosotros no somos ningunos ladrones. No me dieron ninguna obra por izquierda. No me dieron, como sucede con otras empresas, obras en compulsas de precios o por invitación. Todas las obras que yo tengo fueron adjudicadas a través de licitaciones públicas en donde todo el mundo se podía presentar”, aseveró.
Báez negó que su dinero y las numerosas propiedades que posee las haya conseguido a través del sobreprecio de la obra pública, como sospecha la justicia. En este sentido, comentó que él no era quien fijaba el monto de la licitación, sino el gobierno de Cristina Kirchner.
El empresario detalló que toda la obra pública que se licitó del Plan Federal de Obra Pública durante la gestión de Kirchner se manejó con la Cámara de la Construcción y que se “regionalizó” la distribución de la obra pública, porque ese organismo no quería que empresas como Austral Construcciones compitieran en Buenos Aires, si no era con el precio que ellos mismos fijaban.
Báez insistió que el juez que lleva la causa Sebastián Casanello, centra su investigación en su familia y no investiga a los funcionarios del gobierno que participaron en la adjudicación de la obra pública.
“¿El presupuesto nacional quién lo aprueba? ¿Quién propone el presupuesto? El Ejecutivo nacional. ¿Y quién participa en eso? El Ministerio de Planificación. ¿Quién dice dónde se tienen que construir las cosas? ¡El gobierno! Nosotros no somos los que elegíamos tal cosa (…) Lo aprueba la Cámara de la provincia, lo aprueba el gobernador de la provincia, hace el convenio con la Nación, la Nación lo acepta, lo manda a la Cámara de Diputados, lo manda a la Cámara de Senadores, ¿y después lo firma la señora presidenta dentro de la ley de presupuesto nacional?”, se preguntó el empresario K.
De cajero a millonario ¿Por qué no?
El empresario K se molestó cuando el periodista de Infobae le preguntó sobre las dudas que genera su cuantiosa fortuna, tomando en cuenta que era cajero de un banco cuando comenzó el gobierno de Néstor Kichner y al final del mandato de Cristina Kirchner era millonario.
“Pero es como decirle que usted estudió para periodismo y después le fue muy bien en lo suyo y nadie se lo perdona. Lo que pasa es que yo soy un negrito de Santa Cruz y nadie me perdona que venga a discutir las cosas que quiero discutir con ellos (con la justicia). La condición social es excluyente. No le permiten ser inteligente (…) Toda mi ganancia la invertí en la empresa”, señaló el empresario.
Al final de la entrevista el periodista de Infobae le consulta si cree que ya está juzgado. A lo que Báez responde: “¿Usted cree que no? Si nadie quiere hablar conmigo. Nuestra verdad está prohibida en todos lados. En ningún medio lo quiere tomar. ¿Sabe por qué? Porque esto destapa la olla de lo que estamos diciendo”.
Fuente: Infobae.