El juez federal Daniel Rafecas pudo confirmar la existencia de un escondite en la casa del exsecretario de Obras Públicas, José López, donde estuvieron escondidos los US$ 9 millones en efectivo que le incautaron en la madrugada del 14 de junio.
El magistrado decidió inspeccionar la casa de López en el Dique de Luján (provincia de Buenos Aires), luego que el exfuncionario confesara en la indagatoria el 11 de agosto, que era en este lugar donde guardaba el dinero.
Refecas comprobó que existía un escondite en la parte superior de la habitación matrimonial, al que se accede con escalera plegable. El pequeño espacio está ubicado debajo de los tanques de agua y es de difícil acceso.
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Fuentes judiciales explicaron a la prensa local que el escondite consta de un falso entrepiso armado con listones de madera, y el espacio ocupa 3 ms de largo por 1,5 ms de ancho, por 40 cms de profundidad.
López y su esposa vivían alquilados en esa casa que es propiedad del empresario Eduardo Gutiérrez, quien es acusado de ser testaferro del exfuncionario K.
La semana pasada López señaló en una extensa declaración al juez Refecas que el dinero que le fue incautado en junio “provenía de la política”, y que cuando tuviera “la fortaleza física, psicológica y espiritual necesaria” iba a dar “todos los detalles”.
El exsecreatario de Obras Públicas durante los 12 años de gobiernos kirchneristas, fue descubierto cuando intentaba esconder el dinero que sacó de su casa en un monasterio femenino. A López la policía le incautó bolsos con US$ 9 millones en efectivo, yenes, euros, joyas y un arma de asalto.
Por el caso fueron llamadas a indagatoria las monjas que estaban en el convento cuando llevó el dinero. Un vídeo difundido en todas las televisoras locales mostraba a la monja Inés Aparicio moviendo los bolsos con el dinero que López dejaba en una puerta.
El fiscal Federico Delgado le pidió al juez Daniel Rafecas ampliar el procesamiento de López en la causa que se le sigue causa por enriquecimiento ilícito y requirió que también sean procesados su esposa, María Amalia Díaz, dos empresarios sindicados como “testaferros” y la hermana Aparicio.