La jueza federal Sandra Arroyo Salgado dispuso la extradición del ex empresario farmacéutico Ibar Pérez Coradi a los Estados Unidos, donde es juzgado por el envío de 80 dosis de oxicodona a través de un correo privado.
“Corresponde disponer la inmediata entrega provisoria de Pérez Corradi a Estados Unidos, bajo condición de que permanezca privado de su libertad en un establecimiento de máxima seguridad hasta su reintegro a la Argentina”, dice el fallo de la magistrada Arroyo Salgado dado a conocer este miércoles 24 de agosto por el Centro de Información Judicial (CIJ).
La jueza dispuso la “inmediata detención” de Pérez Corradi a disposición de su juzgado, con fines de cumplir la extradición.
Pérez Corradi ya se encuentra preso desde junio, después de 4 años prófugo de la justicia argentina. Fue detenido el domingo 19 de junio en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú en un operativo conjunto entre la policía brasileña y la paraguaya. Brasil lo expulsó y fue llevado a Paraguay, donde enfrentó cargos por falsificación de identidad. El 5 de julio fue extraditado a Argentina, donde enfrenta cargos y donde se esperaba que ofreciera información valiosa a las autoridades.
La jueza retomó un expediente de 2009 en el que ya había decidido conceder la extradición pedida por Estados Unidos, diligencia que se postergó porque Pérez Corradi aún tenía causas abiertas ante los tribunales argentinos. Dos años después, la justicia federal decidió liberar al empresario, que terminó fugándose.
Arroyo Salgado informó a la canciller Susana Malcorra sobre su decisión de conceder la extradición y el gobierno ahora estudiará si la ejecuta. “En caso de estimarlo procedente de conformidad con sus atribuciones exclusivas y excluyentes de cualquier otra autoridad, disponga por la vía diplomática correspondiente la entrega provisoria de Pérez Corradi a las autoridades de los Estados Unidos”, dice la magistrada.
Pérez Corradi debe enfrentar cargos graves en Argentina. El juez federal Sebastián Casanello lo envió a juicio oral y público en junio por el delito de lavado de dinero, a través del cambio de cheques a empresarios involucrados en la llamada “mafia de los medicamentos”.
Por su parte, la juez María Servini sigue la causa por la que está detenido actualmente, en la que se le investiga como presunto autor intelectual del crimen de tres empresarios farmacéuticos por tráfico de efedrina en 2008.
El diario Clarín señala que crece la sospecha de que Pérez Corradi es un protegido de la DEA. Esos contactos explicarían cómo se mantuvo prófugo durante tantos años en la Triple Frontera (Brasil, Paraguay, Argentina), dedicado al tráfico de otras sustancias en reemplazo de la efedrina, dice el diario argentino.
El abogado de Pérez Corradi, Carlos Broitman, viajó hace un mes a los Estados Unidos y en los tribunales se sospechaba que había viajado para terminar de delinear un acuerdo.