Este viernes el centro de la ciudad de Buenos Aires será escenario de una marcha convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y los movimientos sociales para exigir la aprobación de la Ley de Emergencia Social, que no cuenta con el visto bueno del gobierno de Mauricio Macri.
El proyecto de ley, que logró esta semana media sanción en la Cámara del Senado, plantea un aumento adicional propone un aumento de emergencia del 15% en las asignaciones por hijo y por embarazo, y la creación de un millón de empleos formales mediante la reconversión de planes sociales.
“Unidad para la justicia social. Basta de despidos y suspensiones”, es el eslogan con el que marcharán hasta el Congreso de la Nación gremios y movimientos sociales.
La marcha se proyecta multitudinaria tomando en cuenta que se unirá la Federación Agraria Argentina, movimientos campesinos y asociaciones de jubilados. También participarán representantes de la Confederación Empresaria Argentina (CGE) que agrupa a Pymes.
“Lo que el Gobierno y el mercado laboral nos divide, nosotros lo vamos a unir en la calle”, dijo Daniel Menéndez, líder de la organización de Barrios de Pie, una de las más activas en las protestas sociales contra el gobierno de Macri.
Pese a que hoy van unidos, las diferencias entre las diferentes organizaciones sindicales del país se dejan entrever. La Central de Trabajadores de Argentina (CTA) señaló que “colaborarán” enviando una columna de gente, pero reprochó que en las manifestaciones que ellos han convocado la CGT les ha dado la espalda. “La CGT quiere una solidaridad que no tuvo con la CTA”, dijo Pablo Micheli líder de esta agrupación.
La CGT convoca a la marcha desafiando abiertamente al Ejecutivo, con quien viene participando conjuntamente con los empresarios, en la Mesa de Diálogo para la Producción y el Trabajo.
La prensa local destaca que el proyecto de Ley de Emergencia Social no tiene muchas probabilidades de ser aprobado en la Cámara de Diputados debido a que los legisladores oficialistas (coalición gobernante) harán todo lo posible por bloquearlo. Además, apenas restan dos semanas para que finalicen las sesiones ordinarias en el Congreso y este viernes expira el plazo para despachar los últimos dictámenes.
“No podemos negar que hay una situación social compleja, pero este proyecto es muy liviano, tanto que ni siquiera dice cómo se va a financiar”, dijeron fuentes del oficialismo.
“El proyecto es malo. Para aprobarlo, habría que hacerle infinidad de cambios”, aseguró un diputado peronista a La Nación
Para el Gobierno el proyecto provocaría un agujero fiscal de más de AR$ 100.000 millones anuales USD$ 6.450.000.000). Si llegara a probarse el presidente Macri lo vetaría, como lo hizo con la Ley Antidespidos.
El diario La Nación señala que el gobierno intentaría amortiguar el costo político que implicará la decisión de frenar el proyecto dando impulso a partir de la semana próxima a la reforma del impuesto a las ganancias, reclamada por la CGT.
La CGT y los movimientos sociales marcharán sabiendo las posibilidades de veto que tiene el proyecto de Ley de Emergencia Social. Será una ocasión para mostrarse unidos y hacer visible la fuerza que tienen en la calle. Como en otras ocasiones, la tarde de Buenos Aires este viernes estará llena de pancartas multicolor y consignas, pero también del caos vehicular que ocasiona la toma de sus calles y avenidas.