
La situación jurídica de la activista argentina de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, sigue dando dolores de cabeza al gobierno de Mauricio Macri.
Sala, quien también es diputada del kirchnerismo al Parlasur (parlamento del Mercosur), fue detenida el 16 de enero de 2016 a raíz de una denuncia por “instigación a cometer delitos y tumulto” por el acampe de la organización que lidera en la plaza central de la capital de la provincia de Jujuy, norte de Argentina.
Varios días después fue puesta en libertad, pero en el mismo acto se la notificó que quedaba presa de nuevo por delitos más graves, como asociación ilícita y defraudación al Estado. El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, asegura que Sala desvió AR$ 29 millones (US$ 1.809.600) que estaban destinados para la construcción de viviendas.
El grupo de trabajo de la ONU sobre detenciones arbitrarias llamó en octubre a la liberación inmediata de Sala por considerar que la prisión preventiva que le fue impuesta en enero fue arbitraria y que viola los estándares del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del cual Argentina es parte.
Este lunes, la Organización de Estados Americanos (OEA) se sumó a la ONU, a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Amnistía Internacional, Human Rights Watch, entre otros organismo, que piden la liberación de la activista argentina.
En una entrevista que concedió al diario La Nación, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, equiparó el caso de la dirigente kirchnerista con el opositor al chavismo Leopoldo López y los presos políticos en Venezuela.
Almagro aclara que lo que se cuestiona es el tema de las “garantía procesales” en la detención de Sala y que no pueden hacer un pronunciamiento “sobre los aspectos de sustancia”.
“Nosotros lo hemos dejado absolutamente claro en la carta que dirigimos a Milagro Sala, la misma señala que “nadie está por encima de la ley”, nadie es impune y, por lo tanto, todos deben ser juzgados por sus faltas, pero ello no implica ignorar una situación de derecho respecto a las condiciones en que fuera detenida y sobre las cuales se mantiene su detención”, señaló Almagro.
“Desde la OEA hemos sido claros en la defensa de los derechos humanos y la democracia en el continente, sin ataduras ni políticas ni ideológicas de ningún tipo”, agregó el titular de la OEA.
“Da tristeza pensar que hay quienes siempre tienden a buscar alguna otra explicación y prefieren adherir al mundo de la post-verdad repitiendo mentira tras mentira. Todo el problema en este caso, es de qué lado de los principios te paras. Nada más. Como lo hicimos respecto a Leopoldo Lopez y a los presos políticos en Venezuela”, destacó el funcionario.
Almagro recordó que recientemente la CIDH instó a la Argentina a cumplir las recomendaciones del grupo de trabajo de la ONU.
“Se insta a cumplir con el debido proceso. Nosotros no hemos inventado esta situación, han referido a la misma Human Rights Watch, Amnistía Internacional, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de ONU, la propia CIDH. El escrutinio internacional es esencial para preservar el Estado de Derecho”, comentó Almagro.
El funcionario calificó como “muy positiva” la apertura del Gobierno argentino para recibir visitas in situ de organismos de derechos humanos. Almagro se refiere a la invitación del gobierno de Macri al Grupo de Trabajo de la ONU para visitar Argentina, en respuesta al pedido de liberación de Sala y que fue aceptada por el organismo internacional.
“Por la trayectoria de Argentina en el tema, confió en que se actuara en base a los principios fundamentales del derecho y los derechos humanos. Lo que indica el Estado de derecho es que debe ser el poder judicial el que otorgue respuestas técnicas sobre este tema. El sistema político no puede asumir esa representatividad ni prejuzgar situaciones procesales o jurídicas. La justicia no se puede administrar por encuestas u opiniones sino en función de consideraciones objetivas del caso”, señaló el secretario general de la OEA
“El sistema político no puede declarar a Milagro Sala culpable, ello es improcedente y genera situaciones no deseadas para el Estado de Derecho”, agregó.
Asimismo, indicó que la legítima defensa de la dirigente kirchnerista debe ser asegurada “bajo los más rigurosos estándares internacionales” y lo que establecen las instituciones especializadas del sistema interamericano y la ONU.
Almagro lamentó que en los análisis sobre el tema se haya incurrido en “graves faltas a la verdad” respecto a los pronunciamientos que fueron formulados por la comunidad internacional.
“En lo que a mi persona atañe, es especialmente grave que editorialistas supuestamente prestigiosos hayan incurrido en falsedades o razonamientos forzados desde la intencionalidad política, como que no nos habíamos pronunciado sobre los casos de presos políticos venezolanos y especialmente de Leopoldo Lopez. Otros señalaron que era porque quería ser presidente de Uruguay”, comentó.
“Lo único que me mueve es pararme del lado de los principios, como lo hice con el caso de Venezuela y como lo hecho con cualquier otra situación que genere una legítima preocupación en el continente”, aseguró Almagro.
El funcionario señaló que “no debería ser difícil” para Argentina encontrar una solución para el caso de Milagro Sala y aceptar el escrutinio internacional, “como su reputación internacional de país comprometido con los derechos humanos lo exige”.
“Creemos que Argentina tiene suficientes elementos y fortalezas institucionales como para resolver este tema. No tenemos ninguna duda al respecto”, concluyó Almagro.
Fuente: La Nación.