
El presidente argentino Mauricio Macri ordenó a sus ministros eliminar, reasignar o fusionar programas improductivos, superpuestos y de bajo impacto social.
Fuentes oficiales aseguraron al diario La Nación que el objetivo del mandatario nacional es “mejorar la ejecución del gasto”.
El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, habría pedido hace dos semanas a más de 600 funcionarios que cada ministerio identifique y proponga diez programas que se puedan a recortar “por inservibles o fusionar con los de otros ministerios”. La idea, según La Nación, es que los 20 ministerios del Poder Ejecutivo puedan reformular unos 200 programas para mejorar la gestión de la administración.
Cuando asumió Macri el poder, su Gobierno advirtió que la gestión de la ex presidenta Cristina Kirchner había dejado en varios ministerios programas o planes con objetivos similares y con muy escaso beneficio social, para los cuales se solicitaban partidas presupuestarias “casi ilimitadas” y se contrataban cientos de empleados sin justificación.
La Nación señala que se crearon programas de formación laboral para jóvenes beneficiarios de planes sociales sin calificación para el trabajo. Al menos cinco ministerios existen programas similares. En este sentido, Macri habría ordenado unificarlos y reconvertirlos en una sola Agencia de Formación Laboral, que estaría dentro del Ministerio de Trabajo.
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En el ministerio del Interior identificaron siete programas de viviendas diferentes en la Secretaría de Obras Públicas que estuvo en manos José López, preso por tratar de esconder US$ 9 millones en efectivo en un convento. Todos se unificarán en el Plan Nacional de Vivienda, que reemplazará a siete planes federales.
El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, descubrió también que casi todos los ministerios tienen programas de entrenamiento para empleados públicos y su objetivo es centralizarlos todos en Modernización.
Según La Nación, Macri tiene como prioridad bajar el déficit fiscal al 4,2% del PBI en 2017, tal como figura en el presupuesto del año próximo. Por otro lado, busca generar más eficiencia en la gestión de la administración pública.
La mayor preocupación del Gobierno es que el plan no sea visto como un ajuste de gastos que perjudicaría a la gente.
“Es un mensaje absolutamente consistente con la línea que estamos bajando desde hace unos meses, es importante empezar a controlar el gasto. Sobre todo ahora que la economía privada se empieza a recuperar”, dijeron fuentes oficiales a La Nación.
Fuente: La Nación.