Una reciente encuesta realizada en Argentina reveló que la Iglesia Católica salió del ranking de las 100 instituciones más influyentes del país, por primera vez en 18 años.
El estudio realizado por la consultora Giacobbe y Asociados, ubicó al papa Francisco, de nacionalidad argentina, en el cuarto de los más influyentes de su país.
El sitio Churchmilitant destaca que pese al nombramiento del Cardenal Bergloglio como papa, la Iglesia Católica ha perdido influencia en Argentina.
Según datos de Churchmilitant entre 1970 y 2014, el porcentaje de argentinos que se identifican como católicos cayó de 91 % a 71 % de la población. Mientras que en 2010, solo el 33 % de los católicos del país consideraron la fe como importante para sus vidas y apenas 19 % señaló que asistía a misa.
Expertos señalan como los principales factores para la decadencia del catolicismo en Argentina al secularismo creciente y el aumento del protestantismo evangélico.
Cristofer Pereyra, jefe de la Oficina de Misión Hispana en Phoenix, Arizona, comentó a Churchmilitant que los evangélicos “apelan a los sentidos, a los sentimientos, no tanto a la razón”. “Todos sabemos si debemos razonar esto, sólo hay una Iglesia, y es la Iglesia Católica “, aseveró Pereyra.
Por su parte, Andrew Chesnut, profesor de estudios religiosos en la Virginia Commonwealth University, indicó que el pentecostalismo ha absorbido con éxito la cultura latinoamericana.
“Los predicadores pentecostales tienden a sonar más como sus congregantes. A menudo son iletrados, y hablan a su rebaño de la misma manera que las personas en América Latina hablan entre sí. También tienden a parecerse a sus congregantes”, indicó.
Sam Kareff, egresado de la Universidad de Georgetown señaló a Churchmilitant que el secularismo (ajeno a la práctica religiosa) también se ha convertido en una influencia más fuerte en la Argentina., “Al igual que el resto del mundo globalizado, Argentina es una sociedad cada vez más secular, la religión parece estar completamente ausente en la educación postsecundaria argentina a pesar de su pasado vibrante”, comentó.
Durante la gestión de la expresidenta Cristina Kirchner la Iglesia Católica argentina tuvo una relación tensa con el Gobierno por algunos temas sensibles.
Cuando fue arzobispo de Buenos Aires, el Papa Francisco se opuso a una ley que permitía el llamado matrimonio homosexual, señalando que era “una maniobra del diablo”. En respuesta, la presidenta señaló que la posición de Bergoglio era “medieval”.
El papa tampoco se ha escapado de las controversias con el actual mandatario nacional Mauricio Macri. Aunque por muchos meses se habló de una relación distante entre el Sumo Pontífice y el presidente Argentino, un encuentro en octubre del año pasado en Roma mejoró el tono de la relaciones.
Fuente: Churchmilitant.