
La justicia argentina está a la espera de que las autoridades de Suiza y las de Panamá envíen información financiera sobre el empresario Lázaro Báez, preso por supuesto lavado de dinero, y así poder avanzar en la causa que investiga “la ruta del dinero K” en el exterior.
El diario argentino Clarín destaca en una nota publicada este viernes que el juez federal Sebastián Casanello espera la respuesta de los exhortos que hizo el año pasado a estos dos países, que podría terminar ampliando procesamientos por la causa o dictar nuevos.
Casanello en diciembre reclamó a la Unidad de Información Financiera (UIF) que pida a sus similares en Suiza, Belice y Panamá que le soliciten a la Justicia de sus países que aceleren la entrega de la información en forma oficial.
Clarín detalla que el exhorto a Panamá pide confirmación sobre directivos de la financiera Provalor que aparecen involucrados en giros de plata negra de Lázaro Báez descubiertos en Panamá y realizados a través de otra financiera SGI (mejor conocida como “La Rosadita”), entre octubre del 2011 y fines del 2012. Las transferencias salieron de la Argentina, pasaron por Panamá y terminaron en Suiza.
El diario argentino destaca que las operaciones consignadas en el exhorto suman en total unos US$ 34 millones.
Fuentes de los tribunales comentaron a Clarín que esperan que la canciller Susana Malcorra active a sus embajadores en esos países para que se aceleren las respuestas a los exhortos hechos por el juez Casanello.
Una de las piezas clave del entramado de empresas offshore que gira alrededor de Báez es Teegan Inc., creada en Belice, pero manejada desde Panamá y que tiene al hijo del empresario, Martín Báez, como apoderado. La otra es la fundación Kinsky, también creada en Panamá.
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Clarín señala en la red de empresas fantasmas internacionales armadas por los estudios panameños Mossack y Fonseca o Icaza, Gonzalez Ruiz & Aleman, aparece Tyndall Limited que tiene como beneficiarios finales al contador y al abogado de Báez, Daniel Pérez Gadín y Jorge Chueco, respectivamente. Ambos están procesados y en la cárcel.
Pérez Gadín también figura como presidente de la fundación Kinsky que tiene como beneficiarios finales a los cuatro hijos de Báez: Martín, Leandro, Luciana y Melina. Si llegara a confirmarse esta información la situación procesal de los hijos del empresario se complicará mucho más.
Fuente: Clarín.