EnglishEn días pasados, las primeras discusiones acerca del Proyecto de Ley Orgánica de Prevención Integral de Drogas se llevaron a cabo el pleno de la Asamblea Nacional de Ecuador. La iniciativa, impulsada por el partido oficialista Alianza PAIS, abre la posibilidad de un cambio de políticas públicas en materia de drogas, constituyendo así el principio del fin de la guerra contra las drogas en el país.
PanAm Post conversó con Gabriel Buitrón, vocero de Ecuador Cannábico, organización que nació en 2008 con el objetivo de estudiar el cannabis y proveer información a la sociedad ecuatoriana sobre esta sustancia. Desde hace seis años han organizado la Marcha Mundial de la Marihuana en Quito, y son uno de los principales entes involucrados en el debate acerca del proyecto legislativo.
¿Qué opina Ecuador Cannábico sobre el Proyecto de Ley Orgánica de Prevención Integral de Drogas que se debate actualmente en la Asamblea?
La Comisión de Salud redactó un primer borrador de esta propuesta de ley, y nos pareció bastante incompleto. Hicimos sugerencias y algunas fueron tomadas en cuenta. Creemos obviamente que vamos avanzando en el tema de las drogas en el país, pero que la ley que se está discutiendo todavía es insuficiente.
¿Qué consideran ustedes que le falta a este proyecto de ley?
Pensamos que el componente de prevención debe ser mucho más amplio; se deben dar salidas lógicas y bien estructuradas desde la ley, para saber cuáles son las instituciones encargadas de rehabilitación y qué competencias van a tener. Esto debe estar enmarcado en el derecho constitucional y en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), para que se fortalezca la idea de que los usuarios y consumidores de cannabis no son sujetos de criminalización ni de penalización.
El proyecto menciona el componente de la información, pero le hace falta incluir qué institución va a ser la encargada de proveerla y qué es lo que se va a decir con respecto a las sustancias en el futuro. Asimismo, creemos que las sustancias no deberían ser sujetas a comercialización, sino que deberían ser repartidas —incluso gratuitamente— por el sistema de salud pública, a través de la industria nacional de fármacos, luego de la investigación correspondiente.
Esta iniciativa propone alejarse del prohibicionismo y de la guerra contra las drogas. ¿Qué piensan al respecto?
En cuanto a la guerra contra las drogas, no solamente nosotros, sino también varios organismos nacionales e internacionales, han declarado que es un fracaso absoluto. Es totalmente inviable y ha terminado provocando más violencia, afectando a los consumidores y a los más débiles por el narcotráfico. Nosotros estamos en contra del prohibicionismo y a favor de la información.
Esa ha sido la labor que Ecuador Cannábico ha tratado de llevar durante todos estos años. A la sociedad civil nos corresponde informarle un poco a los legisladores, porque a pesar de que están haciendo una ley en la que son relativamente abiertos en la regulación del mercado de las sustancias, todavía hay bastante ignorancia al respecto.
¿Como nos afecta el narcotráfico como país?
Las cifras en Ecuador muestran que no somos un país productor y que además, no somos un país consumidor. Esto quiere decir que las cifras en cuanto al consumo de sustancias son bastante bajas en todas las edades, aunque hay mucha gente que es alarmista con respecto al consumo de drogas en el país.
Por ende, podemos prevenir lo que ha pasado en otros países, como el consumo alto en adolescentes, y los daños colaterales del narcotráfico, que son la violencia, el crimen organizado, la trata de personas, etc. Esto, con una política de regulación integral de sustancias.
Los únicos límites que realmente son soberanos son los de cuerpo, yo decido qué y cuándo uso responsablemente @Diabluma666 @bem_uio
— Ecuador Cannabico (@CannabicoEc) April 17, 2015
¿A qué te refieres exactamente con regulación integral?
A que no se vea el problema de las drogas solamente desde el consumo o la producción, que es otra de las observaciones que le hicimos al proyecto de ley, pues solo aborda el tema desde el uso y el consumo problemático de sustancias.
Debemos sacar a las drogas de ese escenario y pensar en que pueden ser utilizadas para la elaboración de medicamentos, en que debemos prevenir sus usos problemáticos, y en que es necesario reducir el riesgo en el uso y consumo de estas sustancias. Se debe pensar de una manera integral, de forma en que se pueda ayudar a todas las personas que vayan a consumir, porque si de algo estamos seguros, es que con o sin prohibición, van a haber usuarios y consumidores de drogas.
La cuestión entonces es proteger a ese usuario de todas formas posibles, sobre todo en sus derechos. Y esa es otra falla de la ley, pues los consumidores son vistos solamente como sujetos de control, cuando en realidad somos sujetos de derecho y nuestros derechos deben ser garantizados por el Estado ecuatoriano.
#UNASUR queremos integración en tema drogas, un paso ya lo dio Uruguay, pero nuestra propuesta puede ser más avanzada @Diabluma666
— Ecuador Cannabico (@CannabicoEc) April 17, 2015
Durante el primer debate en la Asamblea Nacional se mencionó que este proyecto de ley legalizaría la marihuana, y que para hacer eso, Ecuador debería seguir el ejemplo de Uruguay. ¿Qué piensan acerca de esto?
Creemos que esta ley está tratando de legalizar muchos aspectos de la marihuana. Pero la propuesta de Ecuador Cannabico nunca fue legalizar, s ino la regularización integral y despenalización tanto del consumo, como del cultivo y de la producción de marihuana. La despenalización no tiene que ver necesariamente con la regularización del mercado; ya el Art. 222 del COIP menciona que los cultivos que no tienen fines de comercialización no son susceptibles de penalización.
Lo que nosotros queremos es sacarla del mercado; que no esté ni en el mercado legal, ni en el ilegal. Lo que pasó con el alcohol en ese campo fue que pasó de estar controlado por mafias ilegales, a manos de mafias legales, y no queremos eso para el cannabis.
Con respecto a seguir el ejemplo de Uruguay, creemos que no deberíamos hacerlo. Definitivamente es un caso histórico, nos da un marco político y jurídico; nos da antecedentes, pero debemos buscar nuestro propio camino.
Sí debemos tomarlo como referencia, pero de ninguna manera pensar que ese es el camino que debemos seguir. Necesitamos una Ley de Drogas propia, no solamente para el cannabis, sino para otras sustancias.
Si no están de acuerdo con la comercialización del cannabis, ¿qué proponen entonces?
Proponemos el autocultivo, los cultivos asociativos y la economía popular y solidaria. Para los consumidores que no cultiven, el Estado debería garantizar dosis que no sean comercializadas, sino gratuitas, mediante el sistema de salud pública.
Ya varios países lo han hecho. En Portugal llevan un experimento desde hace más de una década, en el que despenalizaron todas las sustancias y el Estado entrega dosis gratuitas a los usuarios problemáticos. Eso ha reducido ampliamente varios indicadores que tienen que ver con dependencia, violencia y criminalidad.
Editado por Pedro García Otero.