EnglishUn informe emitido esta semana por Bank of America considera el escenario de una moratoria (default) de la deuda de Venezuela a corto plazo.
El documento hace referencia a tres factores concatenados que han afectado al país: La caída de los precios del petróleo, la negativa por parte del Gobierno de Nicolás Maduro de realizar el necesario ajuste macroeconómico, y el temor a un posible estallido social.
Bank of America insiste en que Venezuela cuenta con activos suficientes para afrontar la situación y asevera que la administración de Maduro parece estar dispuesta a llegar hasta los extremos para cumplir con el servicio de sus compromisos externos. Advierte que si Venezuela cae en default será porque la situación financiera se deterioró aún más de lo que inicialmente se preveía, o “porque la situación económica del país puede ser peor de lo que reflejan los datos oficiales del Gobierno”.
El documento expone la posibilidad de que exista deuda externa no registrada, como los préstamos provenientes del Fondo Chino que no se incluyen en las estadísticas de la deuda del Gobierno venezolano; mencionan que puede ocurrir lo mismo con otros acuerdos que se mantienen en secreto o sin registro público. Concluye que” la deuda venezolana debe ser considerada como de alto riesgo”.
Panorama tenebroso
Boris Ackerman, jefe del departamento de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, indicó a PanAm Post que el panorama es “negativo y tenebroso”.
Ackerman explicó que según cifras de la OPEP, Venezuela produce 2,4 millones de barriles diarios de petróleo, de los cuales consume alrededor de 700 mil diarios, y debe cumplir con convenios con China, Cuba y Petrocaribe, que representan 750 mil barriles diarios.
Quedan 1 millón 100 mil barriles que se venden al exterior con un precio de unos US$50 por barril, lo que representa unos US$20 mil millones por año en ingresos.
En 2014, Venezuela recibió por exportaciones de crudo $60 mil millones de dólares, pero solo entregó al Banco Central de Venezuela (BCV) la mitad de dichos ingresos; se desconoce si lo restante se destina a cumplir con convenios internacionales o si simplemente no ingresa al país. (Ver indicadores en”Balanza de pagos a otros indicadores del sector externo”)
Ackerman también señala que Venezuela tiene un circulante interno de Bs 2 billones, monto excesivo en relación con los activos externos del país. “Venezuela depende prácticamente del petróleo [96% de sus exportaciones] (…) se ha hecho dependiente de las divisas, y volver a montar un sistema que las produzca puede tomar años”, agregó.
Para Alicia Sepúlveda, coordinadora del Centro del Divulgación de Conocimiento Económico (CEDICE) el sector gubernamental tuvo margen de maniobra mientras los precios del petróleo se mantuvieron altos; ahora se debe cerrar el gasto del sector público y el Gobierno se ve obligado a intentar otras medidas para garantizar el financiamiento que les permita mantenerse en el poder.
Medidas de Maduro solo traen más problemas
Maduro se ha visto obligado a tomar medidas que puedan contrarrestar la crisis económica que padecen los ciudadanos. Plantea una reforma fiscal aún no aclarada; Ackerman apuesta a que incluye un aumento de IVA y el regreso del impuesto al débito bancario.
Dentro de las medidas ya conocidas se encuentra el Convenio Cambiario #32, que estipula que la estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) podrá vender divisas al Banco Central de Venezuela (BCV) a cualquiera de las tres tasas de cambio oficial vigente.
El economista afirma que PDVSA tendrá más bolívares, generando mayor presión inflacionaria. “Quizás no es una devaluación decretada pero tiene todos sus efectos inflacionarios”, acotó.
Para Sepúlveda, el convenio “es un saludo a la bandera”, porque no señala ni explica cuál es la tasa oficial referencial, debido a que en Venezuela existen tres tipos de cambio oficiales (y el dólar negro, el que rige realmente los precios).
Este miércoles, Maduro anunció en su viaje a China, que los dos países acordaron tratados de cooperación y financiación por más de $20 mil millones en proyectos energéticos, industriales y de desarrollo.
Informó sobre la creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE) con China, las cuales estarán sometidas a una legislación económica diferente a la nacional, con el fin de promover inversiones en condiciones que Ackerman califica de “maquilas”. “Sería darle parte del país o regiones a China, con el propósito de reexportar mercancía a otros países como los que conforman el Mercosur”, criticó.
Para el experto, la instalación de esas ZEE en Venezuela permitiría a China entrar al mercado de los países del ALBA sin pagar aranceles, y con mano de obra más barata.
Por otra parte la representante de CEDICE considera que la gira internacional de Maduro para buscar financiamiento en el exterior traerá muy pocos beneficios para Venezuela. “Lo que puede ofrecer nuestro país es netamente petróleo y sus precios están muy bajos; será una deuda muy costosa que seguirá embargando al país”, afirmó.
“La realidad es terca”
(…) mientras los planes del Gobierno se enfoquen en redistribuir las riquezas, en vez de generarlas, el panorama no cambiará
Para el economista Boris Ackerman, la única solución para salvar a Venezuela de un default, es liberar la economía y eliminar los controles; entre ellos, el control de cambio. Asimismo, crear confianza en los empresarios venezolanos para que inicien nuevamente inversiones y apoyar la exportación de otros productos además del petróleo.
“Todo esto significaría cambiar el modelo que dejó Hugo Chávez, es ir en contra de la naturaleza del Gobierno. El problema se resume en cuatro palabras: La realidad es terca”.
Ackerman y Sepúlveda coinciden en que el modelo actual estimulará el aumento de la pobreza. La analista de CEDICE sostiene que mientras los planes del Gobierno se enfoquen en redistribuir las riquezas, en vez de generarlas, el panorama no cambiará.
Editado por Elisa Vásquez y Pedro García.